La entidad benéfica ha querido destacar que su papel tiene que ser complementario al trabajo de los servicios sociales públicos, nunca subsidiarios ni sustitutorios. Las obligaciones que la administración pública tiene hacia sus ciudadanos deberían ser cubiertas por ella, evitando que otros organismos de carácter privado tengan que cubrir sus incumplimientos. Por ello Cáritas insta a que las administraciones corrijan las deficiencias en el acceso a las prestaciones económicas básicas, además de pedir que las políticas sociales sean diseñadas teniendo en cuenta las necesidades reales y se evalúe la efectividad de las que están en funcionamiento. En la opinión de Cristina García "el modelo de prestaciones económicas es, desde luego, muy mejorable", si bien "los medios son insuficientes pero la manera de gestionarlos también es importante". Por ello se reclama una priorización del gasto social, que tiene que ser tenido en cuenta como una inversión.