El número de hectáreas de monte destruidas en Aragón durante los siete primeros meses del año por los incendios forestales ha disminuido en un 50%, en comparación con el mismo periodo del año pasado, una reducción que el Gobierno de Aragón atribuye al incremento de los medios humanos y materiales dedicados a las labores de extinción.

Hasta el 1 de agosto del 2004 habían ardido 436 hectáreas (160 de ellas de superficie arbolada), frente a las 898 (456 arboladas) que se habían contabilizado los siete primeros meses del 2003, según datos de la Administración autonómica, responsable de la lucha contra el fuego. Curiosamente, el número de incendios en uno y otro ejercicio es casi idéntico: 234 hace un año, contra 239 en la presente temporada.

"Si se ha reducido drásticamente el efecto destructor del fuego, es, al margen de las labores de prevención, gracias al esfuerzo económico realizado este año por la Administración autonómica", subraya Alberto Contreras, director general del Medio Natural del Ejecutivo aragonés.

"Por un lado --apunta--, se han incrementado notablemente los medios humanos y materiales para combatir los incendios y, por otro, se ha conseguido actuar de forma más rápida y eficaz cada vez que se produce una alarma. Se llega antes y se extingue antes el fuego".

Contreras reconoce que el tiempo de este año, menos caluroso, "está ayudando", pero evita caer en triunfalismos. "Hacemos todo lo que podemos para controlar los incendios, pero si, pese a todo, se registrara un siniestro de grandes proporciones, caería por tierra la estadística favorable que llevamos hasta la fecha", afirma.

Una pieza clave en la mayor eficacia de las tareas de extinción son los helicópteros contratados por la DGA, que este verano son ocho, dos más que el anterior. Por primera vez, uno de ellos se dedica exclusivamente a coordinar al resto de aeronaves, "con lo que las intervenciones se llevan a cabo de una forma muy organizada", subraya el responsable de Medio Natural.

"Además contamos con otra base helitransportable en Brea de Aragón que se suma a las de Santa Cilia, Peñalba, Ejea, Alcorisa, San Blas y Boltaña", añade.

Los helicópteros de la DGA trabajan en combinación con los tres hidroaviones que el Ministerio de Medio Ambiente ha destacado en Aragón, en los aeropuertos de Zaragoza y Monflorite y en Daroca, donde tiene también su sede la la Brigada Rápida de Intervención Forestal (BRIF).

Los efectivos terrestres se han incrementado asimismo entre ambas campañas. Ahora, 1.200 personas agrupadas en 58 cuadrillas se encargan de mantener bajo control las zonas boscosas de la comunidad aragonesa, que totalizan 1.250.000 hectáreas y se concentran en el Pirineo, el Prepirineo y el Maestrazgo.

Pero aún queda mucho verano por delante y, de aquí al 30 de septiembre, cuando termine la época de máxima alerta, pueden producirse sorpresas desagradables. En cualquier caso, en el 2004 todavía no se ha registrado un incendio tan grave como el que en agosto del año pasado calcinó 600 hectáreas de la sierra de los Rincones, cerca del denominado mar de Aragón, en Mequinenza.

Hasta el momento, el siniestro de mayor envergadura ha sido el que asoló los pinares del Maestrazgo a fines de julio, con 92 hectáreas quemadas. Menor incidencia han tenido los fuegos declarados, también el pasado mes, en El Buste y Alcañiz, donde ardieron 20 y 25 hectáreas, respectivamente. En Sos, en el Prepirineo zaragozano, las llamas arrasaron 300 hectáreas, en su mayoría tierras de cultivo y monte bajo.