Con la vuelta de la cotidianidad y el comienzo de las clases también vuelven las ludotecas municipales de Zaragoza, que reabrirán sus puertas el 7 de septiembre coincidiendo con el inicio del curso escolar. Pero claro, para esta vuelta a la actividad los diferentes centros zaragozanos han tenido que tomar medidas para evitar nuevos focos de contagio. Desde la ludoteca El Óvalo, Beatriz Hernando señaló que el centro lo habían dividido en los dos cuartos de los que dispone, así se ponían «en grupos burbuja» y de esta manera se aseguran de que «no se tocan unos con otros y en caso de contagio sabemos a qué grupo tenemos que aislar».

También han tenido que «minimizar» el número de juguetes y cuentos para reducir los casos de contagios, y existirá un protocolo de entrada al centro. La entrada ya no será libre como hasta ahora y «los niños dejarán sus zapatos a la entrada», señaló Hernando. Sobre la demanda que puedan tener, cree que al estar en el barrio de Delicias con mucha población infantil llenarán las plazas, y aun así habían preparado todo para un aforo del 75%.

En la ludoteca municipal El Chiflo, todavía están pendientes de recibir las indicaciones obligatorias y saber qué hacer. No obstante, desde el centro aseguraron que también iban a trabajar con grupos burbuja y a mantener todas las medidas oportunas. Asimismo, destacaron que había incertidumbre sobre cómo sería la demanda de plazas y que iba a depender en parte de la situación en los colegios. «Si empieza a haber muchos casos se notará en nuestros centros porque habrá menos demanda». Recalcaron, también, que tienen «muchas ganas» de trabajar con la infancia. Las ludotecas municipales reabrirán con grupos burbuja.