Investigador

Para saberlo todo sobre estas figuras festivas hay que hablar con este hombre, que es también historiador musical. Ha publicado Historia de la comparsa de gigantes y cabezudos de Zaragoza (Ayuntamiento) y Gigantes y cabezudos en Aragón (Ibercaja) en colaboración de Ignacio M. Ramírez.

--Un joven como usted preocupado por los cabezudos.

--Cuando estábamos en la facultad con Ignacio, nos interesamos por aspectos visuales y musicales de las fiestas populares y contactamos con Eliseo Serrano que acababa de publicar un libro sobre las fiestas de Zaragoza y él nos sugirió que nos dedicáramos a los cabezudos. De inmediato nos llegó el encargo del ayuntamiento para escribir el libro.

--¿El fenómeno de los cabezudos cuando nace?

--Es imposible saberlo. Los datos que se tienen sobre este tipo de personas disfrazadas viene de la Baja Edad Media, y a menudo aparecen estos datos en contextos de procesiones religiosas, y con animales fantásticos, por ejemplo en el Corpus, y tienen un simbolismo sobre los pecados y los vicios.

--¿También los gigantes?

--No, porque ya representan desde los inicios personajes de mucha estatura moral y física, como San Cristóbal y muy pronto empiezan a aparecer grupos de cuatro gigantes que simbolizan las cuatro partes del mundo conocidas.

--¿Cómo evolucionan estos cabezudos?

--Los personajes que tienen un carácter más grotesco tienen que ver con la idea del disfraz. Y al menos están en toda Europa.

--Llegamos al momento en que adquieren personalidad local.

--Exactamente, es muy tardío del siglo XIX. Antes de este momento, se sabe que en Zaragoza existían gigantes y otros personajes ya desde el siglo XVII. A comienzos del siglo XIX tenemos descripciones de la comparsa y de sus actuaciones en la calle. Podemos decir que se comportaban igual que ahora: los gigantes danzaban y los cabezudos perseguían a los niños y a los aldeanos que llegaban a la ciudad.

--¿La Forana, el Morico, etc, son personajes propios?

--Sí, son personajes creados en Zaragoza, aunque pertenecen a diferentes momentos. Y se da el fenómeno como el de haber incorporado personajes vivos como la Pilara del Oasis. Parece ser que algunos de los cabezudos del siglo XIX representaban a personajes conocidos entonces, como el Morico o el Boticario.

--¿Quién hacía estas figuras?

--Félix Oroz fue un artista que intervino decisivamente en la segunda mitad del XIX en la renovación de la comparsa. El aspecto que tienen hoy en día las figuras se deben a él. dado que en 1964 se quemaron y hubo que rehacerlas.