El próximo lunes 2 de octubre dará comienzo la temporada de vigilancia de gripe, un periodo que se extenderá hasta el día 20 de mayo de 2018.

Durante la pasada temporada epidemiológica, que se prolongó entre el 3 de octubre de 2016 y el pasado 21 de mayo, los médicos de la Red Centinela de Aragón notificaron un total de 779 casos, lo que supuso una incidencia acumulada para todo el período de 1.998,1 casos por cada 100.000 habitantes, "muy inferior" a la registrada en temporada anterior, con 4.140,6 casos por 100.000 habitantes.

Según se recuerda en el Boletín Epidemiológico Semanal de Aragón, las epidemias estacionales anuales de gripe están asociadas a una importante tasa de hospitalizaciones y mortalidad, así como a una considerable demanda de recursos en salud.

Debido a la elevada capacidad del virus de la gripe de sufrir variaciones en sus antígenos de superficie, la composición de las vacunas debe revisarse cada año para asegurar que se ajustan a las propiedades antigénicas de los virus circulantes.

Por ello es imprescindible una adecuada vigilancia virológica y epidemiológica de la enfermedad que permita detectar y caracterizar precozmente los virus de la gripe circulantes y evaluar su capacidad de difusión en la población.

Factores que junto con la rapidez en el intercambio de información nacional e internacional, son los ejes básicos de la vigilancia actual.

La actividad gripal en España en la temporada 2016-2017 fue moderada y asociada a una circulación mayoritaria de virus de gripe A(H3). La epidemia gripal se inició de forma temprana, a mediados de diciembre de 2016, con un máximo de actividad en la semana 3/2017 y una duración de nueve semanas.

Los menores de 15 años fueron el grupo de edad más afectado, con mayores tasas de incidencia acumulada en el grupo de 0 a 4 años. La tasa de incidencia acumulada de gripe en el grupo de mayores de 64 años fue una de las más altas desde la pandemia de 2009, sólo superada en la temporada 2014-2015.

En la temporada 2016-2017, el umbral epidémico calculado para Aragón fue de 61,08 casos por 100.000 habitantes y desde la semana 50 de 2016 se observó una evolución creciente de la actividad gripal con los datos procedentes de la Red Centinela de Aragón.

El umbral se superó en la semana 1 de 2017 (del 2 al 8 de enero) y el pico de máxima incidencia se alcanzó en la semana 3 de 2017, siete semanas antes que en la temporada anterior, con una incidencia de 425,4 casos por 100.000 habitantes y volvió a niveles por debajo del umbral basal en la semana 8 de 2017 (20 a 26 de febrero).

Las detecciones virales correspondieron mayoritariamente a virus de gripe A(H3N2), tanto en muestras centinela como en no centinelas.