El comité ejecutivo de la Comunidad de Trabajo de los Pirineos (CTP) dio ayer en Zaragoza su visto bueno a la fase tres para la activación del plan de acción de la Estrategia Pirenaica (EPI), una iniciativa que busca responder a los problemas más importantes de las regiones situadas a uno y otro lado de la cordillera. El órgano de decisión del consorcio, integrado por las regiones españolas de Aragón, País Vasco, Navarra, Cataluña; las francesas de Nueva Aquitania y Occitania, y Andorra, concluyó así un encuentro que duró dos días.

Las conclusiones aprobadas consolidan y complementan el documento de la EPI ya aprobado en el 36º consejo plenario de la CTP celebrado en la capital aragonesa los días 12 y 13 de noviembre del 2018. El documento general de la Estrategia Pirenaica recoge las prioridades de desarrollo de los Pirineos para contribuir a la mejora de la vida de sus habitantes y es fruto de un trabajo de colaboración entre la CTP y los agentes del territorio. Entre los objetivos se encuentran el acceso a los servicios públicos, la mitigación y adaptación al cambio climático, la despoblación y el impulso al desarrollo socioeconómico. La EPI se pondrá en marcha como un plan de acción vivo, estructurado en tres ejes: protección ambiental y adaptación al cambio climático, promoción de iniciativas y atractividad del territorio, y movilidad, conectividad y accesibilidad.