El Consejo de Gobierno dio luz verde ayer al decreto por el que se declara el Parque Cultural Vall de Benás y se convierte así en una figura legal con experiencia contrastada en conservación y protección del patrimonio cultural que ha demostrado ser un medio eficaz para el desarrollo sostenible en el ámbito rural aragonés.

Con este parque cultural, el Valle de Benasque aúna el valor de su patrimonio cultural y natural, que reúne arte, paisaje, cultura, naturaleza, tradiciones y turismo y que goza de protección y promoción. El Parque Cultural Vall de Benás comprende los términos municipales de Benasque/Benás, Bisaurri, Castejón de Sos/Castilló de Sos, Chía, Laspaúles, Sahún, Seira, Sesué y Villanova/Vilanova, todos ellos en la comarca oscense de La Ribagorza, y queda inscrito en el registro de Parques Culturales de Aragón junto a los ya existentes: San Juan de la Peña, Río Vero, Albarracín, Río Martín, Maestrazgo y Chopo Cabecero del Alto Alfambra.

El Parque Cultural Vall de Benás incluye un inventario con unos 340 recursos del riquísimo patrimonio cultural de la zona como es el patués o benasqués -variedad nororiental del aragonés-, las fallas, el palacio de los Condes de Ribagorza, el dolmen de Ramastué o la torre Rhins de Laspaúles, entre muchos otros. El espacio tiene unos rasgos culturales y sociales que le confieren identidad propia.