El Ayuntamiento de Caspe ya tiene el visto bueno para la ubicación de la nueva estación de tratamiento de agua potable, que quedará ubicada en la parte alta de la localidad, en el Polígono El Castillo. La instalación captará el agua desde Civán y así «esta llegará más limpia y la calidad mejorará notablemente», confían fuentes municipales.

El proyecto tiene un coste de alrededor de tres millones de euros, y la nueva planta tendrá un sistema de ósmosis inversa, que desaliniza el agua y reduce la dureza y la cal, con filtros de carbón que eliminan los pesticidas, sabores y olores.

En el momento en que entre en funcionamiento el agua de Caspe «será de máxima calidad, con menos cal y menor grado de dureza. Los consumidores apreciarán mejor sabor, disminuirá la cantidad de jabón y productos de higiene utilizados y la acumulación de cal en los electrodomésticos también será menor», explicaron fuentes municipales, sin dar plazos.