Los hosteleros y promotores de los macrocotillones en Aragón, particularmente en Zaragoza, respetaron anteayer las exigencias de la nueva normativa de grandes espectáculos del Gobierno de Aragón. El dispositivo conjunto de vigilancia que mantuvieron el Cuerpo Nacional de Policía y la Policía Local en ciudades como Zaragoza no reveló problemas de aforo, ni incumplimiento de horarios ni emisiones excesivas de ruido ni presencia de menores en zonas de venta de alcohol. Así lo indicó Juan Maroto, como portavoz de la Policía Local. Fue una noche "muy tranquila" en cuanto a incidencias relacionadas con la Nochevieja. Aunque no totalmente.

La fiesta Dreamland del pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza sí registró un altercado que se saldó con dos arrestados por resistencia a la autoridad. El incidente fue consecuencia de la desorganización y los hurtos que tuvieron lugar en el servicio de guardarropa de la fiesta. Según fuentes policiales, el problema se originó cuando una de las barras que sostenían los abrigos se rompió por el peso, y las prendas y sus números identificadores se mezclaron. En la confusión, algunos clientes aprovecharon para llevarse ropa que no era suya, con el consiguiente disgusto para los que acudieron después. Fruto de la situación de quejas y nerviosismo se produjeron los dos citados arrestos, aunque según la Policía no llegaron a darse agresiones.

DENUNCIAS

Fuentes del Cuerpo recordaron que el procedimiento que deberían seguir los afectados es presentar una queja ante la organización --también hubo problemas para conseguir hojas de reclamaciones-- y luego la denuncia por el robo, si lo hubo. Este diario contactó ayer con uno de los promotores del evento, pero rehusó dar explicaciones sobre el incidente y sobre los problemas de personal y espacio en las barras de los que se quejaron los asistentes. Habían pagado entre 40 y 55 euros.

Por lo demás, la Policía Local arrestó entre la madrugada y la mañana de ayer a cinco personas por incidentes violentos. Dos chicas jóvenes, de 20 y 23 años, fueron detenidas en las inmediaciones de bares de Delicias y el centro, la primera por daños en el establecimiento, amenazas y resistencia y la segunda por lesiones a un joven.

Además, una mujer de 56 años fue detenida por quebrantar la orden de alejamiento de su expareja al acudir a su casa, y dos hombres, de 33 y 31 años fueron arrestados por violencia de género. El segundo pegó a su pareja en un taxi, en la plaza Emperador Carlos V.