Mariela Alejandra Benítez, madre de Naiara, la niña fallecida en Sabiñánigo (Huesca) tras recibir una brutal paliza de su tío político, asegura que todavía hoy "imagina", un año y cuatro meses después, las torturas que le fueron infligidas a su hija y "sufre".

Mariela ha hecho esta afirmación en una comparecencia ante los medios junto a su abogado, Luis Marín, para contestar a las acusaciones vertidas por el padre biológico de la niña, Manuel Briones, para responsabilizarle a ella también del asesinato y reprocharle haber sido una "mala madre".

Una semana después de descartar la Audiencia de Huesca de forma definitiva su imputación, instada por el representante legal de Briones, Mariela Alejandra, ha asegurado que ha sentido la necesidad de comparecer para defenderse ella y a su familia de las "difamaciones" oídas desde que ocurrió el crimen.

Ha explicado que cuando comenzó su relación con Briones, éste le llevó a vivir a una fábrica abandonada a las afueras de Buenos Aires, con dos hijos varones de una relación anterior, donde pasó frío y hambre.

Ha negado que haya recibido ninguna ayuda de él en forma de pensión alimenticia durante los casi 9 años que vivió Naiara y que incluso, cuando decidió dejarle e irse con sus hijos y la niña, que tenía entonces seis meses, a casa de su madre, Briones se quedó para él un subsidio para padres de veinte euros al mes.

Esta mujer, entre lágrimas, ha relatado que tras conocer a su actual esposo, imputado en la causa por presuntos malos tratos, decidió desplazarse a España para formalizar sus papeles, un proceso que su expareja trató de dificultar, ha añadido, "no sé si por odio o venganza".

Finalmente, cuando su actual pareja le envió dinero para que contratara un abogado para reclamar la patria potestad de la niña y reclamar una pensión, Briones aceptó firmar la autorización para que viajara con Naiara a España, ha detallado.

Ha añadido que hasta los ocho años Naiara no supo que Miguel Briones era su padre y que cuando lo supo sólo quiso contactar con él para pedirle que renunciara a ella y le permitiera ser adoptada por su actual esposo.

Según ha relatado la madre de la pequeña, durante todo este tiempo, fue víctima de los insultos y amenazas de todo tipo que le comunicó Briones a través de WhatsApp.

"Naiara quería tener el mismo apellido que sus hermanas", tenidas de su actual matrimonio, y por eso contactó con él (Briones) "para que su único padre fuera Carlos (su esposo)".

Ahora, un año y cuatro meses después de la muerte de su hija, Mariela dice sentirse "juzgada y rechazada" por los vecinos de Sabiñánigo porque "tienen un concepto de mí que se han hecho con lo que sale en la prensa".

Esta situación, añade, provocó recientemente un incidente con una mujer que le llamó en la calle "mala madre" y "asesina" y que le reprochó haber "mandado la muerte" de su hija.

Respecto a su cuñado, el asesino confeso de Naiara, ha expresado su confianza en que "cumpla con lo que la ley diga y pague por lo que hizo y se haga justicia". "El dolor que me causó a mí no me lo va a pagar nadie, me va a quedar siempre", ha ahondado.

Según ha relatado su hija "jamás fue maltratada" y cuando tenía algún tipo de problema se encerraba con ella para que se lo contara, y ha asegurado que no sabía nada de unos supuestos mensajes de WhatsApp entre su esposo y su hermano respecto a los castigos que le eran infligidos a Naiara.

Ahora dice que trabaja "por y para" sus hijos", entre ellos los dos varones que quedaron en Argentina bajo la custodia provisional de su madre, uno de los cuales, el mayor, ha podido traer ya a España.

Ha explicado que tanto ella como su marido llevan "fatal" la imputación judicial tanto de él como de la abuelastra porque saben "que no tiene culpa de nada".

También ha asegurado que tiene "ganas, pero también miedo", de que comience el juicio por la muerte de Naiara porque sabe que va a tener que enfrentarse "a esta cruda realidad" que lee "a través de la prensa".

"Lo que me da miedo es el día que se vuelva a relatar todo, de que tenga que ver cosas más fuertes de lo que he leído", ha recalcado Mariela, quien ha subrayado que "lo que más" quiere es "que dejen en paz la memoria" de su hija una vez finalizado el proceso.

"Que no salga más en la televisión, que la dejen descansar en paz y que yo pueda descansar también como madre y seguir curándome del dolor que llevo dentro".