Las madres y padres de los jóvenes de Alsasua que fueron condenados por agredir a dos guardias civiles y sus parejas pidieron ayer en Zaragoza que «se aplique una Justicia no vengantiva como la que se ha aplicado con sus hijos».

En un multitudinario acto celebrado en el Centro Cívico Río Ebro de la capital aragonesa (se cubrieron las 190 butacas del salón de actos y otro centenar de personas se quedó en la calle), estos familiares fueron arropados por el concejal del Gobierno de Zaragoza en Común (Zec) y presidente del distrito Actur, Pablo Híjar, quien justificó que una charla de estas características se realizara en equipamiento municipal y criticó el que portavoz del PP, Jorge Azcón, pidiera su suspensión. «Mientras no sea alcalde, podremos hacer esto», apuntó. La charla la organizó la Asamblea Aragonesa por la Democracia y la Soberanía Rasmia.

Los familiares de estos jóvenes criticaron «el relato creado por el Estado para convertir una pelea de bar en un caso de terrorismo». «No pedimos impunidad, sino justicia con proporcionalidad, se han dicho muchas mentiras y aunque hemos recurrido no sabemos el resultado final», afirmaron.

Entre otras mentiras, en opinión de estos padres y madres, está «la imagen creada de Alsasua como si allí se viviera un holocausto en el que nuestros hijos eran los nazis». «En algún medio de comunicación llegaron a decir que la carretera nacional que separa el pueblo dividía nuestra ciudad en zona española y aberzale, estando unidas por una paso de cebra al que le llamábamos el de la vergüenza», explicaron.

En cuanto al proceso judicial, afirmaron que «no les dejaron incluir determinadas pruebas, ni testigos» y que «lo que en un primer momento se investigaba en un juzgado local por una agresión pasó, de repente, a considerarse terrorismo, y que la competencia fuera la Audiencia Nacional». Sospechan que esto se debe a «los intereses de algunos, después de que ETA dejara las armas». «Todo cambió cuando Rajoy escribió un tuit en el que advertía de que no iba a quedar impune y a partir de ahí se construyó este relato contra nuestros hijos», lamentaron.

Mostraron su confianza en que los recursos «puedan quitarles las agravantes de odio y superioridad». «Lo de nuestros hijos es uno de los 9.571 casos ocurridos en el 2016 con diferente final».