Menudo día llevó ayer Corita (Viamonte, sí, que ni falta le hace el apellido a estas alturas). Celebraba su cumpleaños con vermouth torero en Bodegas Almau. Como las grandes, lo hizo invitando a amigos y a la prensa (y poniendo en su lista negra a los que no llegaron, lo sé)... Brindaba ella por su recién acontecida jubilación en el ayuntamiento (en un acto al que acudieron desde Domingo Buesa al vicealcalde Fernando Gimeno, pasando por el diseñador Enrique Lafuente, el edil José Manuel Alonso o la jefa de las majorettes Conchita de Castro, por citar)... Y, de propina, recibía homenaje en la fiesta de la Casa de Madrid en Zaragoza, en un acto sencillo pero bien arropadito que tuvo lugar, ya por la tarde, en la sede de la Casa de Valencia (a falta de sede propia del hogar anfitrión).

La Violetera del Cierzo y el exconcejal, escritor y presidente durante años de la Asociación de Exconcejales, Luis García Nieto, eran nombrados en este acto socios de honor de la casa, que celebraba con ellos el día de su comunidad. Y allí anduvo la presidenta del hogar, María Antonia Díaz, recibiendo, acompañada de responsables de otras muchas casas regionales, que quisieron apoyar el acto con su presencia. Por los cuatro años que cumple este hogar en la capital del Ebro.

Fue una ceremonia sencilla y cariñosa, con vino de honor y brindis. Brindis por Madrid, por los madrileños y por los homenajeados... ¡Viva! A ver si así me gano el perdón...