El boom de la Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB), más conocida como el mal de las vacas locas, queda lejano en el tiempo, pero no por eso ha dejado de existir. Investigadores europeos de esta enfermedad que se reúnen estos días en Zaragoza con motivo del III Congreso Ibérico de Priones sostuvieron ayer que "todavía" podrían darse casos esporádicos en humanos.

"En España no ha habido ningún caso en los últimos cuatro años, pero no se puede descartar que aparezcan nuevo, ya que los tiempos de incubación son hasta de décadas", explicó Juan María Torres, investigador del Centro de Investigación en Sanidad Animal (CISA-INIA).

El primer caso de transmisión de Encefalopatía Espongiforme Bovina al hombre se detectó en 1986 en el Reino Unido y ya se han registrado 200 incidencias en todo el mundo, cinco de ellas en España.

Sin embargo, según apuntó Juan José Badiola, catedrático de la Universidad de Zaragoza y director del Centro de Investigación en Encefalopatías y Enfermedades Transmisibles Emergentes del campus aragonés, "muchas más" podrían haber pasado desapercibidas. "Estaríamos hablando de más de 20, ya que al no ser obligatoria la autopsia de una persona fallecida con sintomatología, lo que es un error de salud pública, hay quien fallece por el EEB sin saberlo".

Badiola, quien señaló que esta enfermedad ha sido la "causa de la más importante crisis alimentaria" que se ha vivido en Europa en los últimos cincuenta años, explicó que esta patología en humanos es "mortal" porque "no hay tratamiento, ni vacunas". El experto apuntó que las investigaciones desarrolladas están sirviendo de modelo para el estudio de otras enfermedades neurodegenerativas humanas, "como el alzhéimer o el párkinson", dijo Badiola.

NUEVO ESTUDIO

Por su parte, Mark Head, quien trabaja el campo de las neuropatogénesis en Edimburgo, adelantó que un estudio epidemiológico que han realizado con apéndices humanos ha descubierto que uno de cada 2.000 estaban infectados y eran portadores del agente causal del mal de las vacas locas, por lo que piensan que podría haber otro boom de esta patología dentro de varias décadas.

El investigador Martin Jeffrey, de la Agencia de laboratorios veterinarios del Reino Unido, situada en Penicuik (Escocia), aseguró que este tipo de enfermedades priónicas en animales y humanos "tienen una persistencia" en el tiempo y "van a existir siempre" en el sector.