El 28 de abril se terminó el traslado de los residentes de la residencia de Movera a la de Utebo. Tras menos de un mes viviendo en el nuevo centro, los familiares se quejan de las deficiencias de las instalaciones por "privatizar" el servicio.

Representados por la Federación Aragonesa de Barrios de Zaragoza (FABZ), varios miembros de la comisión de Servicios Sociales y familiares, denunciaron que la residencia se diseñó para mayores con invalidez por lo que, los actuales residentes precisan de un mobiliario que no tienen.

El padre de María Pilar Andrés, de 96 años, es uno de los mayores trasladados a Utebo. Su hija denuncia que "no tienen un teléfono que me permita llamar a mi padre para saber cómo está. Le limitan la comida y los horarios de visitas y de comedor son muy estrictos". Todo lo contrario, aseguró, de lo que ocurría en Movera que podía acudir cuando quisiera y los mayores podían salir de la residencia con total libertad, decía. Como añadido, "con las prisas por hacer el traslado", decía Andrés, no contemplaron las deficiencias del transporte público. "Los buses son poco frecuentes y la parada está a media hora andando al centro".

La conclusión que se extrajo de la comisión fue que "este gobierno da menos a los mayores y más a las empresas".