Los sindicatos aragoneses con representación en la Mesa Sectorial de Educación mostraron ayer su malestar ante la "incertidumbre" laboral de los orientadores educativos de la comunidad que, ante la falta de la publicación oficial del nuevo decreto, desconocen su situación de cara al próximo curso escolar.

"Es lamentable que a 24 de julio --por ayer-- no se sepa nada. Ni dónde trabajarán, ni con quién ni con cuántos chavales", señalaron los representantes. El nuevo decreto de orientación suprimirá los cuatro equipos de trabajo que existen actualmente de atención temprana (de 0 a 3 años) y que pasarán a integrarse en los equipos generales que atenderán toda la etapa de 0 a 12 años. En estos grupos trabajan más de 15 personas.

"Se está obligando a la gente a meterse en equipos que a lo mejor no se dedican a lo suyo como tal y quizás deberían darse otras oportunidad. Las condicines no están muy claras y eso no lo podemos aceptar", añadieron los sindicatos, quienes matizaron que uno de los docentes "más perjudicados" serán los profesionales del lenguaje. "Les sacan de atención temprana y los sitúan en equipos, pero en condición de extinguir. Es decir, por mucho que digan, no habrá especialistas de audición y del lenguaje para los chavales, porque no les dan estabilidad ni seguridad de tener un trabajo", matizaron.

DIEZ PLAZAS El Departamento de Eucación, que defiende que la nueva orden refuerza los grupos de orientación y favorece la detección precoz, anunció ayer a los sindicatos que se crearán diez plazas más para estos profesionales educativos. Sin embargo, todos los representantes consideraron "insuficientes" estos puestos de trabajo.

"Estamos contentos porque se crea trabajo, pero no cubrirá todo lo necesitado. Se trata de plazas netas en plantilla jurídica, lo que supone que efectivas no serán tantas. También nos dicen que se ampliarán los cupos y eso beneficiará a los docentes, pero ya veremos sin en septiembre será así", apuntaron.

El nuevo decreto de orientación que aplicará la DGA en Aragón ya ha contado con el rechazo de numerosos colectivos, que consideran que la supresión de la atención temprana supone un "detrimento de la calidad educativa" de los menores. "Las visitas semanales a los centros se perderán", añadieron.