Un millar de ciclistas se concentró ayer en la gasolinera de Valdespartera, a las afueras de Zaragoza, para pedir que se actúe con dureza contra los automovilistas que arrolllan a aficionados a la bicicleta. Los manifestantes, que acudieron en sus bicis, se dirigieron a continuación a Jaulín, a 25 kilómetros, donde realizaron una ofrenda floral ante la imagen de la Virgen de Dorleta, considerada la patrona de los ciclistas.

En Valdespartera, un representante del colectivo leyó un manifiesto en el que recordó que cuatro aficionados a la bici han muerto arrollados en Aragón en los dos últimos años. «Salimos excesivamente baratos a quienes nos atropellan», señaló ayer Pedro Jesús García, vicepresidente del Club Iberia. «Las condenas judiciales son muy leves aun en los casos en los que se demuestra que el conductor iba ebrio», subrayó.

De ahí que los concentrados exigieran ayer «civismo y mayor respeto» a los usuarios de vehículos de dos ruedas. García señaló, en este sentido, que se hace necesario realizar campañas informativas en las que se recuerde a los conductores de vehículos de motor las normas de seguridad vial referidas a los ciclistas, como que deben guardar una distancia mínima de 1,5 metros al adelantarlos.

En la mente de todos los aficionados que se concentraron ayer en Valdespartera estaba el atropello mortal de dos ciclistas el pasado agosto en la N-330, dentro del término municipal de Botorrita. El conductor, que se hallaba ebrio en el momento del siniestro, estuvo ingresado en prisión durante tres meses y abonó 6.000 euros en concepto de fianza. El caso está todavía pendiente de juicio.

PATRONA

El nutrido pelotón que se formó ayer a la salida de Zaragoza se dirigió a continuación al alto de Jaulín, uno de los itinerarios más habituales de los ciclistas de la capital aragonesa. Allí, ante el peirón con la imagen de la Virgen de la Dorleta, se realizó una ofrenda de flores.

«Hace falta un cambio de mentalidad de los automovilistas», afirmó Pedro Jesús García, que incidió en que son necesarias «condenas ejemplares» que hagan ver a la sociedad la gravedad de arrollar a un ciclista. «Lo de hoy [por ayer] es un toque de atención, pedimos que se nos respete como usuarios de la carretera que somos», insistió.