Se puede encontrar en un sinfín de platos y de múltiples maneras; cocida, frita, asada, guisada... Suele gustar a todo el mundo, esté sola o acompañada. La prueban pobres y ricos. Es imprescindible en nuestra dieta y su importancia es tal que incluso hace acto de presencia en uno de los banquetes más importantes: el nupcial. Además, es objeto de ferias y exposiciones. Hablamos del tubérculo por excelencia: la patata.

Recibirá el próximo homenaje los días 10, 11 y 12 de septiembre en el municipio de Cella. Por cuarto año consecutivo los apenas 3.100 habitantes de esta localidad turolense abarrotarán las calles para celebrar la feria de la patata 2004. Su objetivo: "Contribuir a una mejora en la productividad y en la promoción del producto", señala la concejala de cultura del ayuntamiento, Amparo Ibáñez.

Cella se vestirá de gala el viernes 10 por la noche para acoger el primer acto de los festejos; una charla informativa sobre El gusano del alambre y la sarna común , donde "se tratarán temas que puedan afectar al cultivo". No obstante, la feria no se inaugurará oficialmente hasta el sábado por la mañana. Será a las once en la avenida de la Fuente, media hora antes de la primera actividad culinaria de la feria. Sus protagonistas: las mujeres del pueblo, que prepararán diversos platos con la patata como ingrediente estrella.

Y para protagonista el libro La cocina con patatas para inútiles , elaborado por la asociación Aula Cella Cultural y que se presentará el sábado a las 12.30 horas. Se trata "de una publicación de recetas sobre la patata y que puede hacer cualquiera", añade Ibáñez. Pero sin duda alguna el acto por excelencia de esta feria se cocinará el domingo a las 12,30 del mediodía; será el momento de la comida popular. Más de 5.000 kilos de patatas, donadas por la cooperativa local Campo de la Fuente, acompañarán al churrasco con crujiente de jamón elaborado por un cocinero turolense, con la colaboración de las amas de casa de la localidad, para más de 5.000 personas. No sólo es la actividad principal de esta feria sino que también lo fue en anteriores ediciones; en el año 2000 Cella entró en el Libro Guinness tras haber cocinado más de 2.000 kilos de patatas para su posterior degustación popular.

Miles de participantes

La patata se ha convertido en el alimento perfecto para atraer, al menos una vez al año, a numerosos curiosos a este pequeño municipio turolense. "Es incalculable la cantidad de gente que se desplaza hasta aquí para disfrutar de estas jornadas", señala la concejala de cultura. Tanta oferta cultural y culinaria tiene su coste, que este año asciende a más de 4.900 euros.

Pero según Ibáñez todo tiene su recompensa: "El apoyo moral es enorme dada la gran repercusión que tiene la feria de la patata. Lo relevante es que a raíz de estas jornadas empresas de otras provincias se han interesado por nuestro producto". Y añade: "La patata es la única cosa que nos queda en Teruel". Pues por patatas que no sea.