"Es una campaña que aboga por la diversidad, una forma de concienciar a la gente de que independientemente de nuestra cultura todos somos iguales y podemos vivir juntos en paz e igualdad". Así define Carlos Guallart, colaborador de Cruz Roja, las jornadas que este organismo internacional organizó ayer en Zaragoza. Bajo el lema La diversidad:nuestra mejor opción , voluntarios de Cruz Roja se situaron desde primeras horas de la mañana en diez puntos de la capital aragonesa "con el fin de concienciar a la población del desequilibrio real en el que vivimos", señaló Alicia Giménez, coordinadora de Cruz Roja Juventud en Zaragoza.

"He querido participar porque estoy a favor de la integración de los inmigrantes. No somos una lacra", afirmó Anthony Mackliff, un ecuatoriano de trece años de edad, los dos últimos viviendo en Zaragoza. Anthony es uno de los 33 niños que en la mañana de ayer se concentraron en la plaza Sas para aportar "no un granito de arena sino dos".

Los chavales, con edades comprendidas entre los ocho y los 17 años, animaron a los paseantes a que pintasen su mano y la plasmaran en un cartel. "Todo por la solidaridad", comentó Ascensión Taus, de 72 años. Los niños, que forman parte del grupo de Cruz Roja Los Arañas , también disfrutaron de lo lindo dibujando toda clase de símbolos en unas camisetas que les regaló Cruz Roja, para lo que tuvieron carta blanca. "Pueden plasmar lo que quieran porque pueden pensar en lo que quieran", añadió el colaborador del organismo Carlos Guallart.

"He dibujado un sol que simboliza que todos estamos bajo ese mismo astro y, por lo tanto, todos tenemos algo que ver", comentó Ariadna Aragón, una niña zaragozana de apenas diez años de edad. Esta aseguró que fue su madre la que le animó a participar "porque es necesario ayudar a los demás". Pero no todos los padres opinan lo mismo, al menos según la coordinadora de Cruz Roja Juventud: "Somos los mayores los que a veces les inculcamos ideas negativas sobre la integración", afirmó Alicia Giménez.

El próximo sábado los 33 niños volverán a reunirse como cada semana con los coordinadores del grupo Los Arañas , aunque esta vez en la intimidad, sin cámaras ni periodistas. Jugarán e irán a la piscina, satisfechos del trabajo que ayer realizaron. Pero, sobre todo, conscientes de que ellos también plasmaron su mano por la solidaridad.