--¿Escuecen todavía las palabras de Rudi en las Cortes?

--Somos una universidad solidaria y lo hemos sido siempre. En este sentido, me gustaría decir que hemos calculado el impacto que hubiera tenido la aplicación del acuerdo de financiación del 2011 y no hubiera modificado nuestra posición como penúltima universidad en cuanto a la financiación recibida por su comunidad. El presupuesto de la Universidad de Zaragoza del 2011 al 2015 ha descendido un 7,5%.

--La universidad ya ha presentado el requerimiento para exigir los 53 millones de euros. Es el paso previo al contencioso-administrativo en caso de que la DGA no pague, pero Rudi tampoco reconoce esa cantidad.

--Como usted dice, el pasado viernes presentamos ese requerimiento ante la comunidad, con lo cual está formalmente planteado, así como las razones que esgrimimos para ello. Ahora, la Administración tiene tres meses para aceptar o no el requerimiento y, si no es así, presentaremos un contencioso-administrativo, con lo que está sometido a procedimiento administrativo si nuestra actuación es correcta o no pero también si la cuantificación de la deuda es correcta o modificable.

--Cuando anunció que la universidad acudiría a los tribunales aseguró que no le había quedado más alternativa. ¿Cuándo se dio cuenta de ello?

--No la había. La negociación fue claramente suspendida por el Gobierno, que había convocado todas las reuniones de la comisión negociadora, por lo que le correspondía a él seguir haciéndolo. Pero desde el 1 de julio no se produjo ninguna convocatoria, aunque nosotros habíamos tenido muchos contactos de distinta naturaleza con el Gobierno. La respuesta fue el proyecto de presupuestos. Me queda un año y pocos meses de rector --hasta marzo del 2016-- y es mi responsabilidad dejar a la universidad con una financiación estable y suficiente y quiero hacer todo lo posible para que así sea. Reitero que no había alternativa.

--La consejera Serrat, por su parte, advirtió de que la universidad se había precipitado y vino a decir que su postura ya no tenía vuelta atrás. ¿Lo esperaba?

--Esas palabras las entiendo y no tengo nada que comentar al respecto. No tengo queja de la interlocución y del interés de la consejera con la universidad. Sin embargo, la posición del Gobierno en cuanto a financiación la leo en el proyecto de presupuestos. Por eso, el requerimiento es al Gobierno como representante de la comunidad.

--Numerosas voces de la comunidad universitaria creen que la consejera tuvo que dimitir cuando comprobó que no podía cumplir su palabra respecto a la fecha del acuerdo de financiación y por el presupuesto para su departamento. ¿Usted opina lo mismo?

--La dimisión de un representante político es algo muy complejo en la que intervienen muchas cuestiones, incluida la responsabilidad con el partido al que pertenece. No me toca a mí juzgar ese comportamiento.

--¿Cree que la relación se ha enquistado hasta tal punto de entrar en un callejón sin salida?

--Creo que hay salida siempre. La universidad estará abierta al diálogo mientras yo sea rector.

--¿A qué aboca a la universidad la financiación de la DGA?

--Es una financiación sostenida por cuarto ejercicio desde el 2012 y deja a la universidad en situación límite y de extrema dificultad. La posibilidad de aumentar la deuda es una opción que lleva a la institución a una situación de compromiso en el futuro y, por eso, considero que es mi responsabilidad hacer todo lo posible para acabar mi mandato con una financiación estable y definida.

--¿Cree que la DGA acabará pagando y no será necesario acudir al contencioso?

--Puedo tener mis sensaciones, pero prefiero apelar a convicciones. Hablamos del futuro de la Universidad de Zaragoza y soy firme en mi decisión de seguir adelante con esta decisión y afrontar el futuro con las garantías suficientes. Una medida judicial siempre es algo incierto pero el análisis lógico y técnico de la situación me permite decir que hay buena posibilidad de éxito.

--¿Se han producido contactos con la Administración tras el anuncio del pasado jueves?

--Hay puertas abiertas, pero nada en concreto.

--Serrat dejó la puerta abierta a un incremento de la partida destinada a la universidad antes de la aprobación definitiva del presupuesto. ¿Lo ve factible?

--Lo veo factible, pero mi objetivo es conseguir una financiación estable y suficiente para la universidad. Esa es mi preocupación.