Más de 500 personas vestidas con chalecos amarillos, al estilo francés pero con música y no violencia, cortaron ayer la A-140 entre Binaced y Valcarcas para reivindicar el arreglo de esta vía y de otras que conectan la localidad cincovillesa con las de su entorno. Bajo el irónico nombre de Maratón del socavón, los participantes exigieron a la Administración actuaciones urgentes para evitar el peligro en la zona.

La marcha partió a las 11.00 desde ambos núcleos urbanos para encontrarse a medio camino, en las piscinas municipales, al ritmo de una charanga y de la canción Despacito de Luis Fonsi, en referencia a la velocidad a la que hay que circular por la vía, dado su estado, para evitar problemas.

La titularidad de las carreteras afectadas es sobre todo autonómica, por lo que la protesta tenía como destinatarios principales al consejero de Vertebración del Territorio, José Luis Soro, y por elevación al presidente Javier Lambán, pero la presencia política no entendía de partidos. Además del alcalde de Binaced, Juan Latre, y el de Binéfar, Fernando Adán, acudieron el diputado socialista en el Congreso -y edil montisonense- Gonzalo Palacín, el diputado en Cortes del PAR Jesús Guerrero o el presidente de la comarca del Cinca Medio Miguel Aso, de Cambiar. También el secretario de organización de Podemos Aragón, Carlos Arroyos.

Este explicaba la unión de la zona en cuanto al problema porque «tal y como está la carretera, con la niebla que suele haber en invierno y la cantidad de tractores y camiones que pasan, es un verdadero peligro».

La protesta, convocada por la recién constituida Plataforma Binaced-Valcarcas, tuvo como escenario el tramo de la A-140 entre Binaced y su pedanía, pero la reivindicación de arreglos abarca también la misma vía hasta Binéfar (de ahí que su alcalde también diese su apoyo), la A-138 hacia Monzón o la A-1234 hacia Albalate de Cinca, entre otras.

En la zona entienden que además de lo principal, la seguridad, se debería invertir también como parte de la estrategia contra la despoblación, porque la zona es de las pocas de la comunidad que a base de agricultura y ganadería mantiene, incluso gana, población, y convendría facilitar que se queden.