El centro de Zaragoza se convirtió ayer por la tarde en el escenario de una manifestación ciclonudista. Pedían más seguridad en la calzada, más derechos y más libertad.

Decenas de personas lucieron sus cuerpos sobre las dos ruedas para exigir a la Dirección General de Tráfico que dé más libertad a los ciclistas a la hora de elegir o no llevar el casco. "Muchos usamos el casco voluntariamente, pero la obligatoriedad demostivara" a la gente que usa cada día la bici, decían en su manifiesto.

Los manifestantes entienden que la DGT "ha malinterpretado la seguridad vial" hasta tal punto, añadían, que están dispuestos "sacrificar y reducir sustancialmente el número de desplazamientos en bici solo para imponer su voluntad".

Con salida a las 18.00 horas desde la plaza España, el sol les acompañó durante la jornada. No ocurrió lo mismo con el viento, que hizo que el pedaleo fuera más costoso de lo habitual.

"Los ciclistas urbanos queremos una ciudad más habitable en la que el coche no sea el protagonista, donde no se imponga la ley del más fuerte, obligándonos a usar el casco, creando una falsa sensación de seguridad", decían en su manifiesto.

Hace trece años que se celebra esta marcha en Zaragoza y diez a nivel mundial. Ayer las dos ruedas recorrieron muchos kilómetros en el mundo bajo el lema sin ropa, sin casco y con un mensaje, que la bici "es más que un medio de transporte, es un arma de transformación de la escena urbana y del sistema económico". El fomento de su uso, además, logrará, decían los ciclistas, reducir el transporte privado por las ciudades y, en consecuencia, la contaminación.