Aragón dispone ya del primer servicio público para el tratamiento médico de la ludopatía, después de que ayer se inaugurara en Zaragoza el Centro Municipal de Atención y Prevención de las Adicciones.

Desde estas instalaciones, ubicadas en la avenida Pablo Ruiz Picasso número 59, en el Actur, se desarrollarán programas preventivos y tratamientos específicos destinados a personas con adicciones, entre las que se encuentra la ludopatía, que afecta a un 2,6% de la población aragonesa (unas 25.000 personas, en su mayoría de entre 18 y 32 años, según datos de Azajer). La terapia se centrará también en el alcohol, el tabaco, la heroína, la cocaína, los jóvenes policonsumidores y la atención a familiares.

En este centro de 700 metros cuadrados, se aglutinan los programas de prevención y tratamiento, que hasta ahora se han llevado a cabo en las instalaciones ubicadas en la plaza San Bruno y la calle Miguel Servet. "La prevención y el tratamiento deben de ser un todo", declaró el teniente de alcalde de Acción Social, Miguel Angel Gargallo, en la inauguración del centro, que tuvo lugar ayer por la mañana, y a la que asistieron representantes municipales y de distintas organizaciones sociales, entre otros.

El equipo médico lo formarán 2 psicólogos, 2 médicos, 1 trabajador social, 2 auxiliares administrativos, 1 auxiliar de enfermería, 1 ATS y 1 terapeuta ocupacional. El horario será de lunes a jueves de 8 a 21 horas y los viernes de 8 a 15. El número de teléfono es el 976 72 49 16.

CASOS ATENDIDOS El equipo de profesionales trabajará conjuntamente con el Gobierno de Aragón y otras organizaciones como Cruz Roja, Proyecto Hombre, Sida Aragón o Azajer para intercambiar información. En principio, los pacientes derivan de su centro de salud pero también desde estos colectivos o, incluso, desde el centro penitenciario. "El Gobierno de Aragón tendría que impulsar con más fuerza estos programas y mostrar un mayor compromiso económico", reivindicó la concejala de Acción Social en el ayuntamiento, Carmen Gargallo.

Según los datos facilitados por el jefe de sección de Drogodependencias del consistorio, Jesús de Echave, el año pasado, por el centro de tratamiento pasaron 470 usuarios, se atendieron a 60 pacientes por teléfono y se ofreció información a 150 personas. Del total, hubo 269 casos nuevos.

"Los principales problemas vienen por el consumo de alcohol y tabaco", apuntó Echave. Según detalló, el tabaco afecta a un 40% de la población, una cifra semejante a la nacional. "El tratamiento parece que ayuda para dejar el vicio, sin embargo, las chicas adolescentes empiezan a fumar antes", puntualizó. Por otra parte, cada vez son menos las personas adictas a la heroína y a la cocaína, de acuerdo con los datos facilitados Echave.