La Plataforma en Defensa de las Montañas de Aragón convocó ayer un encuentro de asociaciones, clubs y entidades preocupados por el anuncio de la entrada de las máquinas en Castanesa, municipio de Montanuy.

Medio centenar de representantes ecologistas, clubs de montaña, sindicatos y vecinos de la zona fueron informados sobre las reuniones mantenidas por la consejera de Economía del Gobierno de Aragón en funciones, Marta Gastón y el ayuntamiento de la localidad.

En dichos encuentros, Gastón informó al consistorio de la disponibilidad de 40 millones de euros para iniciar de inmediato las obras en el valle de Castanesa de construcción de arrastres e infraestructuras de la futura estación. Sin embargo, las obras tan solo pueden iniciarse al amparo del Plan General de Ordenación Urbana que fue impugnado y descalificado por los tribunales.

Por tanto, se constató la inviabilidad técnica del proyecto que contempla el arranque de los arrastres de esquiadores en cota de 1.700 metros, en la que no hay nieve en todo el año. Además el trazado supuesto de pistas que contempla el proyecto ya desestimado, cuenta con poco más de 10 kilómetros de recorrido.

Un proyecto que tildan de «carente de sentido y caro», ya que solo cabe en el supuesto de que se quiera reabrir el ya desestimado plan de construcción de 5.000 viviendas en Castanesa.

Por ello, los asistentes al encuentro se desplazaron andando desde Cerler al Collado de Basibé, supuesto punto de unión entre las futuras pistas de Castanesa y Cerler. «Desde este punto estratégico pudimos comprobar el ya relatado absurdo del proyecto y su inviabilidad», aseguraron desde la plataforma.

En la misma línea, los participantes adquirieron el compromiso de celebrar una futura y urgente cumbre técnica en la que se actualicen y precisen todo lo relativo a los impedimentos legales al proyecto. También, destacaron los datos locales de cambio de la cota de nieve por impacto del cambio climático y otros aspectos biológicos que hacen «inviable y rechazable» el proyecto.

El Gobierno de Aragón anunció el ascenso de la cota de nieve hasta los 2.200 metros, por lo que «en 20 años se podría quedar fuera de uso la estación de Cerler», señaló la plataforma.