Marruecos impidió ayer la entrada en el Sáhara Occidental, y posteriormente expulsó del país, a dos abogados zaragozanos que formaban parte de una comisión de observadores internacionales que iban a supervisar el juicio a una periodista saharaui. Los letrados, Lourdes Barón y Ramón Campos, fueron repatriados junto con otros tres abogados españoles que integraban una comisión especial del Consejo General del Poder Judicial. Corrieron la misma suerte dos integrantes de una oenegé noruega.

Barón explicó a EL PERIÓDICO, desde la sala de control de pasaportes de El Aaiún, donde les retuvieron, que las autoridades marroquíes les impidieron el paso con la excusa de que «hacía falta un sello del Ministerio de Exteriores de Marruecos, algo que nunca habían pedido», según algún integrante de la comisión con amplia experiencia en estas lides.

Tras advertirles de que no podían entrar en el territorio del Sáhara Occidental, les tuvieron algunas horas en la sala, sin comida, desde que llegaron a las 14.30 horas (12.30, hora local) y les pasaron a la sala de embarque, en la que el Consulado de España pudo proporcionarles al menos algo de zumo y galletas. Aparte de la «rabia» por no poder hacer su trabajo, «no nos han tratado mal», afirmaba Barón. Al cierre de esta edición volaban hacia Casablanca, para luego tomar otro vuelo a Canarias y regresar a la península.

El comité se dirigía a supervisar el juicio a la periodista saharaui Elkhalidi Nazha, acusada por incumplir los requisitos para ser periodista -tras haber grabado con el móvil y difundido el desarrollo de una manifestación pacífica- y podría ser condenada a entre tres meses y dos años de cárcel, según informó el Colegio de Abogados de Zaragoza.