--25 años cómo alcalde y ahí sigue...

--Se han pasado volando, a pesar de que son muchos años en la vida de una persona. Los he vivido apasionadamente, y sin parar de trabajar, pero el problema es que cuando uno llega a las elecciones se da cuenta de que el proyecto que tiene pendiente es el más importante, así que vuelve a presentarse.

--¿Y cómo ha cambiado Epila en todo este tiempo?

--Mucho. Ha sido un cambio importante. Yo creo que estos 25 años han sido el periodo que más desarrollo y progreso han experimentado la mayoría de los municipios españoles en general, y el nuestro no ha sido una excepción.

--Cuando usted llegó al cargo había una gran crisis económica.

--Así es. El cierre de la azucarera provocó la marcha de muchos habitantes. No sólo los que trabajan allí. Unos arrastraron a otros y se produjo una pérdida de 2.000 habitantes. Se vinieron abajo el precio de las casas, y había una o dos solicitudes de viviendas nuevas al año. El presupuesto era tan sólo de 19 millones de pesetas, que incluso para esa época era muy bajo. A eso había que sumar problemas de sequía y los bajos precios en la agricultura.

--¿Cuáles fueron sus primeras medidas?

--Tuvimos que dedicarnos a hacer cosas indispensables, como abastecimiento de agua, pavimentación de calles, una guardería infantil, un centro de jubilados, un salón de actos y a potenciar fiestas como los carnavales. Durante la segunda legislatura, intentamos paliar la acuciante falta de trabajo que había. Después decidimos crear un polígono industrial para promocionarlo en toda España. Allí se han creado allí 1.600 puestos de trabajo, lo que nos ha permitido continuar numerosas obras y servicios.

--¿Cuál es el panorama actual?

--Estamos impulsando otro polígono industrial con planteamientos distintos al primero. Mientras que el polígono de Valdemuel se creó fundamentalmente para generar empleo, con el del Sabina queremos por encima de todo generar recursos económicos.

--Varias de las empresas de Epila pertenecen al sector automovilístico. ¿Cómo puede afectar una crisis en la factoría de Opel?

--Esa misma pregunta me la hacían cuando se instaló la primera fábrica en Epila en el 89. De la misma manera que cuando se instaló la GM se decía que era para hacer tanques para los americanos. Desde que las empresas auxiliares se vienen instalando en Epila se dice que se van a marchar, y dicen bien, algún día pasará. Lo importante es pensar si nos han venido bien esas empresas y esperar que duren mucho más. En Epila han cerrado algunas fábricas auxiliares pero las más fuertes continúan, y yo firmaría que van a durar doce o catorce años más. Lo importante es que esas empresas nos han beneficiado y han fijado población.

--¿Qué ocurre con las filtraciones de los cabezos?

--Según los vecinos muchas de esas filtraciones proceden de las redes municipales, algo que de forma general no comparten nuestros técnicos y que en cualquier caso son muy difíciles de detectar y solucionar. Nosotros hemos ido parcheando la situación, pero no se puede subsanar de forma definitiva. Ahora hemos encargado un estudio para que se haga una ficha técnica de cada una de las cuevas y ver las soluciones que se pueden adoptar, aunque serán costosas y complicadas. Tenemos que plantearnos que los tiempos que corren en el siglo XXI no son para vivir en cuevas, aunque no tiene porque ser un proceso brusco.