La coordinadora de Podemos Aragón, Maru Díaz, ha valorado este viernes como "muy grave" la indisciplina de voto de las diputadas Erika Sanz e Itxaso Cabrera, que este jueves desobedecieron la orden de la formación morada al permitir que la reforma del Ingreso Aragonés de Inserción (IAI) se tramite como ley, en contra de los deseos del Gobierno cuatripartito, que quería impulsarla como decreto. Díaz destacó, en una comparecencia ante los medios, que el acto no solo fue un desacato sino que con él «usurparon» el voto de todo el grupo parlamentario, al que en ese momento representaban. Ambas se enfrentan a sanciones económicas que podrían alcanzar 2.000 euros y suspensiones de empleo y sueldo.

Díaz quiso dar «tranquilidad» a los aragoneses, porque pese a esta indisciplina el decreto sí que fue convalidado (de hecho, ya está en vigor), por lo que no habrá ningún retraso a la hora de tramitar la renta complementaria en la que se transforma el IAI_para los que queden fuera del Ingreso Mínimo Vital (IMV)_estatal. Simplemente se tramitará una ley en las Cortes que, si se llega a aprobar, sustituirá al decreto, de rango inferior.

Pero esto no resta gravedad a la acción de Sanz y Cabrera, que a juicio de Díaz «no se puede consentir» en un «partido serio» como es Podemos. Una acción de la que el resto de diputados (el coordinador, Nacho Escartín, y Marta Prades) ya se han desvinculado ante el resto de socios de Gobierno.

Con el actual funcionamiento de las Cortes durante la pandemia, solo hay un tercio de los diputados habituales en el pleno, que de forma rotatoria, según el tema que se aborda, asumen la representación de todo el grupo. Las votaciones de las iniciativas se agrupan al final de la jornada, y anteayer, en este punto coincidían Cabrera y Sanz, vinculadas al denominado sector crítico y rivales de Díaz en las recientes primarias de las que esta salió vencedora.

SORPRESA

Cuando tocó votar sobre el decreto del IAI, este salió adelante, pero el PP e IU pidieron que se votara también si se tramitaba como ley, y saltó la sorpresa con los dos votos de Podemos. Tanto fue así que el portavoz del PSOE, Vicente Guillén, pidió repetir la votación, al considerar que debía de tratarse de un error, pues los grupos del cuatripartito, que tienen mayoría, no querían que saliera adelante. Los grupos no querían, pero Sanz y Cabrera, sí.

Maru Díaz dejó muy claro que la orden de voto en contra estaba dada. Según fuentes del partido, se fijó en una reunión la semana pasada, a la que no acudió Erika Sanz pero sí Itxaso Cabrera, que no manifestó ninguna oposición. Según las mismas fuentes, Erika Sanz sí pidió no defender la posición en pleno porque no se sentía cómoda, y lo hizo el portavoz, Nacho Escartín, por la mañana.

Pero no fue hasta un minuto antes de la votación cuando las diputadas comunicaron, en el grupo de Telegram del partido, que iban a apoyar la iniciativa. No hubo posibilidad de réplica. Ayer aún no habían logrado hablar con ellas, «no he tenido esa suerte», ironizó Díaz, ni por teléfono ni en persona, pese a que Cabrera sí coincidió con Marta Prades en el salón de plenos, aunque una en la mesa y otra en el escaño.

El asunto de la votación se abordará en el Consejo Ciudadano que la formación tiene fijado para la semana que viene, y será tratado por la recién creada comisión de garantías del partido en Aragón, que deberá valorar la gravedad del acto y la sanción oportuna, que en ningún caso conllevaría la expulsión. Díaz tampoco consideró que el caso deba llegar a la comisión de garantías estatal.

De llegar a producirse la sanción, no sería la primera vez que Erika Sanz a esta posibilidad. Hace unos meses el grupo parlamentariio inició acciones contra ella por no asistir a un pleno, antes de que Nacho Escartín fuese destituido como secretario general. Sanz criticó entonces la propuesta porque afirmó que el partido ya sabía que ese día no podía acudir a la sesión. Y la diputada ha aclarado que no ha sido jamás expedientada ni se le ha comunicado sanción alguna por parte del partido, ni a nivel autonómico ni nacional, contrariamente a lo que, por error, publicó este diario.

Sanz y Cabrera no atendieron ayer a medios pero remitieron aun comunicado a la militancia explicando su postura, en el que reflejaban que «tanto una como otra, estamos convencidas de que hemos hecho lo correcto, que no es otra cosa que ponernos al lado de quienes más están sufriendo y van a sufrir las consecuencias de esta crisis». Consideraron que al igual que el IMV se tramita en el Congreso, la modificación aragonesa ha de pasar por las Cortes.

Díaz descartó que esta situación vaya a afectar a la estabilidad del cuatripartito. «No podemos generar una crisis de Gobierno, con la que está cayendo y la ultraderecha campante», apuntó.

Esta inestabilidad es precisamente la que ha puesto de relieve el portavoz de Ciudadanos, Daniel Pérez Calvo, comentando el incidente a través de Twitter.