Esta semana se ha celebrado el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. ¿Qué puede hacer su consejería para que haya más mujeres en carreras científicas?

Hay un horizonte europeo que nos marca que en el 2030 el 50% de nuestros investigadores sean mujeres. En Aragón no tenemos un mal punto de partida, porque en los grupos de investigación más de un 40% son investigadoras, pero seguimos teniendo una brecha en el acceso a las carreras científicas. Esta brecha no se produce en los últimos años de formación, sino en la infancia. Nos hemos volcado con esos niños y niñas que interiorizan roles de género que les asignan unas carreras u otras. El empeño es que las niñas no tengan barreras en sus sueños y se atrevan a ser aquello que quieran ser.

Uno de los anuncios de su área ha sido la ley Cloud. ¿Cómo cambiará el día a día de los aragoneses?

Cuando tú tienes documentos, los guardas en Drive. Las administraciones y las empresas también. El volumen de datos es imposible de almacenar en dispositivos físicos y se traslada a otras nubes, que es un servicio que prestan otras empresas. Lo que vamos a asegurar con la ley es el marco en el que puedes transformar esos datos, su seguridad y qué sanciones habría cuando no se cumpla la protección de datos… Tenemos que asegurar que los ciudadanos tengan los mismos derechos sobre su información offline y online.

¿Será 2021 el año de Galáctica?

Es un proyecto que no tiene parangón a nivel nacional. Va a ser el primer sitio de astroturismo y de acercar la astronomía a la ciudadanía no solo a nivel de usuario, sino científico. Vamos a tener doctorandos de todo el mundo utilizando nuestros telescopios que se han colocado por fin en esas nueve cúpulas que son la imagen de Galáctica. El ministerio ha entrado a formar parte del Centro de Estudios de Física del Cosmos de Aragón (CEFCA), con un millón de euros, y estamos formalizando su entrada en el patronato. Estamos preparados para lanzar el proyecto cuando el covid lo permita.

¿Se atreve a ponerle fecha?

No, porque Galáctica ha tenido muchas fechas sin cumplir. Lo más justo es seguir trabajando y, cuando se nos permita, abriremos en las mejores condiciones.

¿Qué impacto tendrá en la provincia de Teruel?

La ciencia hace territorio pero también es capaz de atraer talento y generar economía. Nuestro objetivo es que Galáctica se pueda autofinanciar con las visitas. El astroturismo no tiene otro referente en España, y también pensamos en el turismo familiar o de interior. Y en los investigadores.

¿Es partidaria de que el Gobierno de Aragón asuma el 100% de la ampliación de capital de 8 millones necesaria para Motorland?

Hemos defendido siempre que a Motorland había que darle otras soluciones de viabilidad, que no podíamos tener proyectos que estuvieran año tras año produciendo pérdidas. Lo que he hecho en mi departamento es asegurar que tenga esa otra vida poniendo en marcha el proyecto de 5G para que el circuito no solo sea de carreras, sino de pruebas para el vehículo autónomo. Entre todas tenemos que darle una salida a unas instalaciones que están construidas y tenemos que asegurar que sean viables.

¿Asumiría entonces que el Gobierno financie el 100%?

Es algo que se tiene que discutir en el Consejo de Gobierno.

¿Todavía no se ha hecho?

Aún no estamos en ese punto.

También hay debate en la protección del lobo. El director general, Diego Bayona, de Podemos, fijó una posición en el consejo consultivo nacional que fue retractada por la parte socialista del Gobierno. ¿Cómo se llega a un consejo estatal sin una posición fijada?

(Suspira). Que dentro del seno del Gobierno hay discrepancias en materia medioambiental es algo que no hemos ocultado. En la propia configuración del Gobierno se explicitaron estas diferencias. La unidad de un Gobierno no es lo mismo que uniformidad; hay pluralidad. Y lo sano en democracia es plantear las posiciones e intentar llegar a acuerdos. En el caso del lobo, creo que se ha exagerado en Aragón porque el lobo no se puede cazar aquí. Y esta es la posición que trasladó nuestro director general. No una posición como Podemos; una posición cumpliendo con la legalidad de la comunidad que dice que no se puede cazar.

El PSOE dijo que si se confirma, pedirán compensaciones.

Es una discrepancia dentro del PSOE, así que ahí no me quiero meter.

¿Cómo va el plan de financiación del campus público?

Tenemos reuniones semanales para redactar ese contrato para cuatro años. El rector y yo compartimos la filosofía de que la Universidad de Zaragoza necesita más fondos. Lo hemos demostrado con 11 millones más en el presupuesto. Espero que tengamos la propuesta formalizada para verano.

El líder de su partido, Pablo Iglesias, ha afirmado que en España no hay plena normalidad democrática. ¿Está de acuerdo?

Nuestro vicepresidente del Gobierno no ha dicho que en España no haya una democracia. Lo que ha señalado es que hay deficiencias en nuestro sistema democrático; anomalías. Señalar que en nuestro sistema democrático hay algunas limitaciones es la condición sine-qua-non para mejorarlo. Cualquier partido progresista tendría que tener como punto de partida el objetivo de mejorar su sistema democrático. No puedo entender que uno venga a la política para no querer mejorar nada. Nuestra formación nació para mejorar el sistema democrático. No sé si lo que le pasa a nuestra democracia se le puede llamar déficit, limitaciones, anomalías… Pero a mí, por ejemplo el caso Villarejo me parece como mínimo una anomalía del sistema democrático. O las investigaciones que se le hicieron al propio Pablo, o la amnistía fiscal. Hay un montón de cuestiones que han pasado en nuestro país que son deficiencias. Y uno entra en política para mejorarlas. ¿Podemos tener un sistema mejor en los próximos años? Yo creo que sí. Y cualquier partido progresista tendría que estar en esa senda.

Usted explica casi de manera divulgativa su posición política. ¿Comparte el tono a nivel nacional?

(Sonríe) En Podemos hay muchos estilos. Yo tengo mi estilo propio, que probablemente igual por consejera de Universidad tengo esa deformación de intentar hacerlo más pedagógico, y tengo compañeros a nivel del Estado que utilizan otros tonos, pero creo que al final no nos podemos quedar en las formas. De lo que estamos hablando es de una realidad. En la misma semana que el señor Bárcenas señala la financiación ilegal del PP, que el problema sea que Pablo Iglesias dice esto, como mínimo, es llamativo.

¿Usted considera, como Iglesias, que los presos independentistas son presos políticos?

Son políticos que están presos por defender sus ideas. Y yo creo que con eso lo dejo bastante claro.

¿Qué balance hace de su entrada en el Gobierno? ¿Cree que han perdido frescura y contacto con las bases y la calle?

Siempre he sido defensora de que hay que estar con un pie en las calles y otro en las instituciones. Que la vida de la gente se cambia cuando se está en los Gobiernos. El destino ha querido que nos toque gestionar una crisis y poder mostrar que se podía salir sin recortar derechos, blindando los servicios públicos y apostando por la innovación, por el empleo de calidad. Y me alegro de estar en el Gobierno. De que en Aragón esta crisis no la haya gestionado la derecha, como ha pasado en Madrid. Por lo tanto hago un balance positivo de nuestra entrada en el Gobierno. Y creo que eso no nos quita frescura ni cercanía. Trabajamos en coordinación con los círculos, y creo que nuestras bases saben que nos estamos dejando la piel para defender que nadie se quede atrás.

¿Le escuece cuando el presidente y el vicepresidente del Gobierno, y además, el líder de Ciudadanos dicen que aquí Podemos tiene altura de miras y se lo podían hacer mirar en Madrid?

Cuando hace esas declaraciones Ciudadanos, que cada día se levanta siendo de un color, pues la verdad es que me las tomo con humor. Creo que responden a su estrategia de intentar cazar votos en cada rincón. En el caso de las declaraciones por parte del presidente del Gobierno y del vicepresidente, creo que estamos teniendo altura de miras en Aragón; no solo Podemos. El PSOE, el PAR y Chunta Aragonesista, de entender que desde la discrepancia, lo importante era gobernar y no dejar a nadie atrás.

Los miembros del cuatripartito, como PSOE y PAR, suelen defender que se trabaja de manera coordinada. ¿Lo comparte?

Trabajamos de manera coordinada, lo cual no significa que no discutamos. Me levanto por la mañana y me siento en una mesa con los socios de Gobierno y me siento a discutir, porque ese es mi trabajo. Trasladar las posiciones de mi partido y de aquellos a los que representamos electoralmente. Y a veces se gana una discusión, y a veces se pierde. Y se llega a acuerdos. Esa es la riqueza de la democracia. Creo que el pluralismo político ha venido para quedarse y entender que en los Gobiernos se discute y que eso es salud democrática será la clave del futuro.

Hace más de medio año ganó las primarias de su partido y en su primera intervención dijo que podía haber cambios en la representación institucional de Podemos. ¿Cuál es el ambiente en el grupo parlamentario, que incluye a una candidata que fue rival entonces?

Yo dije que en Podemos no sobra nadie; al revés. Hay hueco para todas y teníamos que encontrar los espacios en los que todas nos sintiéramos cómodas. Mi trabajo en estos meses ha consistido en coser. Los procesos internos dejan heridas y la labor de los líderes es curarlas para tener un partido unido, y es en lo que he trabajado estos meses. Tanto las compañeras que se presentaron en la otra candidatura como el portavoz han encontrado su espacio y eso demuestra que el partido sale fuerte de los procesos internos cuando se saben reconducir.

Esta legislatura se ha aprobado la reforma del ICA que tanto reclamaron de la mano de la RAPA, que precisamente no ha visto con buenos ojos el nuevo impuesto. ¿Cómo valora el nuevo ICA?

Cuando uno tiene cinco diputados tiene la capacidad de incidir que tiene. A mí me gustaría tener 35, pero no los tengo; tengo cinco. Por lo tanto, tenemos que negociar las cosas y a veces no conseguir el 100% de las reivindicaciones no significa que no sea un éxito haber conseguido un 70 u 80%. Para mí, haber dejado atrás el modelo fracasado de las legislaturas anteriores, que tengamos nuevas depuradoras en el Pirineo, que la factura vaya a bajar y que por fin el impuesto esté pensando para que no se contamine agua, a mí me parece un pequeño éxito. Entiendo, y me parece sano que en las calles pidan más, porque para eso estamos. Pero al final tenemos la fuerza que tenemos, y de las negociaciones salen las cosas como salen. Ojalá hubiéramos podido hacer una ley solamente Podemos, pero aquí la hemos hecho negociada con otras fuerzas.

¿Se prevé que venga pronto al territorio el único diputado que tiene Podemos en representación de Aragón, Pablo Echenique?

(Sonríe). Pablo no ha dejado de venir, otra cosa es que no podamos movernos y que, por lo tanto, por responsabilidad, las visitas sean a través de un webinar, de Zoom o de cartas con la militancia. Pero no ha dejado de estar en contacto con Aragón, ni con la dirección. Hablamos habitualmente con Pablo y estamos a la espera de que la situación lo permita, porque hacer política a través de Zoom a veces no es lo más ideal y nos gustaría poder hacer asambleas presenciales.