La nueva coordinadora general de Podemos Aragón quiere un partido «unido, fuerte y alineado» con Madrid. Aboga por una formación morada que deje de lado los conflictos internos y trabaje de manera «cohesionada» apoyando a las instituciones en las que gobiernan e identificando a los «enemigos que están fuera, como la ultraderecha».

La candidata de Pablo Iglesias en la comunidad y consejera de Ciencia, Universidad y Sociedad de Conocimiento del Gobierno de Aragón, Maru Díaz, se alzó este viernes con el liderazgo de Podemos Aragón con el apoyo del 56,14% de las 2.344 personas que depositaron su voto, logrando así la mayoría absoluta en el Consejo Ciudadano, aunque sin lograr disipar la división entre la militancia del partido. La candidata Itxaso Cabrera, recabó 771 votos, el 34,16%, insuficiente frente a los 1.267 votos que obtuvo Díaz. La tercera en la carrera de las primarias, Lorena López, obtuvo 219 votos, el 9,7%. Otras 87 personas votaron en blanco.

Pero en su primera rueda de prensa como coordinadora general de Podemos Aragón, Díaz dio un aviso a sus compañeros de partido, después de tiempo de desencuentros. «Es el momento de dejar de mirarnos el ombligo. Es momento de afrontar un Podemos Aragón alineado, coordinado y fuerte, que apoye las instituciones, que se arraigue en las calles, pero que deje de mirar la coma del de al lado para buscar el fallo», expresó. Y recordó que «con la ultraderecha campando a sus anchas», el «enemigo está fuera y necesitamos un partido fuerte y cohesionado para dar las batallas que nos lleguen».

CAMBIOS EN LA ORGANIZACIÓN DEL PARTIDO

Pero pese a reclamar un partido cohesionado, y aunque el resultado en las primarias no fue tan contundente, este tendrá su reflejo en las instituciones. Así lo anticipó la propia Díaz, que aseguró que «es momento de cambios» ya que la militancia ha aprobado «unos documentos con una línea política marcada y por lo tanto las instituciones tienen que estar alineadas con esa estrategia política aprobada». De momento, descartó avanzar nombres, pero indicó que «en los próximos días» comenzarán las conversaciones para consumar estos posibles relevos.

Y pese a las reiteradas llamadas a la unidad del partido, la primera comparecencia de su nueva líder no sirvió para escenificarla. Solo los vencedores acompañaron a la vencedora de las primarias, que no contó con las otras candidatas ni con el anterior coordinador de la formación para dar inicio a esta nueva etapa. La victoria, las sonrisas (aún debajo de las mascarillas), los aplausos y los Sí se puede para Un Podemos Contigo, la candidatura de Díaz. Sin embargo, sobre su relación con Cabrera, sostuvo que «tendremos que dialogar porque necesitamos un partido fuerte. Aquí no sobra nadie, al revés».

Para Díaz, empieza «una etapa ilusionante» en la que se marca el reto de «descentralizar el partido, arraigarlo en el territorio y ayudar a los compañeros en los ayuntamientos». También apuesta por poner en marcha la «escuela morada de formación de cargos públicos y militancia». Y aunque no lo dijo, sobre la mesa sigue lograr la ansiada «cohesión» interna del partido.