La candidata de Podemos-Equo a la presidencia de Aragón en las elecciones autonómicas del 26 de mayo, Maru Díaz, ha planteado la cita con las urnas como la oportunidad para que Aragón pueda "pensarse a sí misma" a 50 años vista, porque una sociedad que no lo haga es una sociedad "abocada al fracaso".

En su intervención en los encuentros preelectorales organizados por el Foro ADEA, la candidata de la formación morada ha explicado que Aragón debe replantearse no solo en términos económicos, sino también en ese "pacto tácito" entre generaciones que permite el mantenimiento del sistema democrático y el progreso.

Así pues, se ha mostrado convencida de que Aragón tiene condiciones para ese planteamiento a 50 años vista, para el que se deben poner herramientas sobre la mesa.

Entre ellas ha destacado, a corto plazo, la necesidad de estabilizar los empleos, elaborar un plan verde que ahonde en la "justicia ecológica" y apueste por las energías renovables o la innovación, así como apostar por un plan de rehabilitación de vivienda que podría generar en torno a 9.000 empleos directos o por lo que ha denominado "juventud sobrecualificada".

Ha cuantificado en 6 de cada 10 jóvenes los que desempeñan trabajos por debajo de su cualificación, lo que cree que, reconducido, es una oportunidad para aumentar el valor añadido de la economía.

Más a largo plazo, Díaz ha defendido una reforma del sistema fiscal para que la carga impositiva no caiga principalmente sobre las rentas del trabajo y aumentar la tributación de las rentas del capital.

"Al final hay otros países en los que grandes empresarios han dicho públicamente que es importante que se aporte a la carga fiscal porque al final el estado del bienestar garantiza una estabilidad económica y social que mejora la economía", ha agregado.

El debate en torno a las rentas básicas, el papel de los cuidados, combatir la brecha salarial o el progreso de la ciencia serían otros de los aspectos centrales en el Aragón de dentro de 50 años que dibuja Podemos.

En cuanto a la propuesta de crear una banca pública aragonesa, ha recordado que ya lo pidieron hace cuatro años y que otros países como Alemania ya la tienen desde los años 70, por lo que no están "inventando nada".

Esta banca pública, a su juicio, permitiría canalizar créditos públicos a autónomos y pequeñas empresas y también que las administraciones puedan redirigir aquellos sectores cuyos resultados fueran mejorables o apostar por otros estratégicos en los que no entra la iniciativa privada.

Díaz ha estado acompañada de la candidata de Podemos-Equo a la alcaldía de Zaragoza, Violeta Barba, quien ha desgranado su modelo de ciudad en tres ejes: uno político, otro estratégico y otro ciudadano.

En primer lugar, ha resaltado la necesidad de diálogo entre las fuerzas progresistas para garantizar que el Ayuntamiento de la capital aragonesa sigue velando por los intereses de la ciudadanía.

En ese sentido, ha dejado claro que Podemos tiene claras las políticas que hay que revertir y que esas no son las de ZeC, sino las neoliberales, las que quieren recortar derechos, las xenófobas y excluyentes.

Para ello, se ha comprometido a tejer acuerdos, no solo con ZeC, sino también con PSOE y CHA para resistir ante esa "embestida" y se ha mostrado convencida de que Podemos asegurará ese diálogo ya que así lo ha demostrado en las Cortes.

En el eje estratégico, ha instado a entender Zaragoza como una ciudad de futuro en la que es "imprescindible" conjugar los intereses de la gran empresa con los de la ciudadanía, las pymes y los autónomos.

Esto pasa, según Barba, por el desarrollo de las cercanías, por duplicar el presupuesto de rehabilitación de vivienda o asegurar que el pequeño y el mediano comercio es el modelo de comercio de futuro en la ciudad.

En el último eje, ha insistido en que el talento joven y femenino deben estar en la "punta de lanza" para generar un empleo de calidad que permita la conciliación entre la vida familiar y laboral, algo que el propio Consistorio debe garantizar mediante planes de conciliación.

La candidata ha defendido, por último, el tranvía como "foco de transformación" de Zaragoza, pero desde un sistema de gestión cien por cien público, apostando por un trazado distinto y con mayor participación.