Más de 20 farmacias rurales aragonesas podrían estar abocadas al cierre a corto plazo debido a situación de quiebra económica. Se trata, principalmente, de boticas que adeudan varios meses a los almacenes de distribución de medicamentos y cuya situación es prácticamente irreversible.

Entre las farmacias amenazadas se encuentran también oficinas a las que la rebaja en el precio del fármaco --alrededor del 30% en los últimos dos años-- y el aumento a 50 días del plazo del pago de la DGA a las farmacias habría dificultado en exceso la posibilidad de hacer frente a una reforma reciente.

Las que se encuentran en peor situación son, principalmente, oficinas ubicadas en algunos pueblos pequeños de menos de 300 habitantes y que cuentan con pocos ingresos, lo que imposibilita el pago a proveedores. En esta situación se encontrarían algo más de 20 farmacias de la comunidad, aunque hay más en situación comprometida que van subsistiendo a marchas forzadas.

Es la primera vez que tantas boticas a la vez se encuentran amenazadas seriamente con echar el candado. Según los expertos, a ello habría contribuido no solo la actual situación económica sino la decisión de rebajar el precio del medicamento y que su coste sea el mismo en un núcleo urbano que en un pueblo pequeño.

Estas zonas rurales que podrían perder a corto plazo su farmacia estarían abocadas al botiquín, es decir, la dispensación de medicamentos estaría garantizada, pero a través de un sistema más viable en el que la prestación se produciría varios días a la semana.

Durante el último año, cuatro farmacias rurales como la de Castejón de Valdejasa o Fuentes de Jiloca han echado el cierre por falta de rentabilidad económica y, actualmente, 62 tienen una Viabilidad Económica Comprometida (VEC) y sobreviven gracias a la compensación económica institucional que reciben. El Departamento de Sanidad admite una demora de 50 días en el pago.a las farmacias de los medicamentos subvencionados.

Por otra parte, a finales de mes se conocerán las boticas que han decidido ampliar su horario comercial y que, desde el 2015, pasarán a abrir 12 horas diarias hasta las 22 horas de lunes a sábado. Este año, once farmacias zaragozanas más se sumaron a las 27 que ya lo hacían, elevando el total a 38. Casi la mitad de esos dispensarios con nuevo horario ampliado desde el 2014 están ubicados en el barrio de San José.