Más de una treintena de hoteles de la provincia de Teruel se han ofrecido para ser centros medicalizados durante esta crisis del coronavirus, según la Asociación de Empresarios Turísticos de Teruel, que está gestionando estas solicitudes, como todas las entidades provinciales, con la Dirección General de Turismo de la DGA. Una gran respuesta que quedará a expensas de las necesidades reales del servicio, que, “por el momento, no se dan, y confiemos en que no lo hagan”, según explica la gerente de la asociación, Isabel Esteban.

El protocolo o la norma legal que regule este servicio no está elaborado todavía, aclaran desde las asociaciones, pero por el momento se van recabando datos y estudiando las necesidades. En Huesca, por ejemplo, todavía no han requerido instrucciones en este sentido, apunta Anabel Costas, vicepresidenta de la asociación de Hostelería y Turismo en la provincia. En Zaragoza, la disposición inicial, apunta el presidente provincial de Horeca Hoteles, Antonio Presencio, sería que hubiese tres hoteles en la capital y seis en la provincia para este uso. “Están en disposición de hacerlo, en principio para garantizar el aislamiento de pacientes leves”, explica el presidente, “pero habrá que ver cómo”.

CENTROS ABIERTOS

Además de esta posibilidad de establecer hoteles como centros sanitarios, el decreto del Gobierno central que, el pasado día 19, solicitaba la cesión de servicios para distintos colectivos, afectará en principio a unos 24 hoteles en la comunidad autónoma. La fecha fijada para el cierre de los establecimientos hoteleros es este jueves, pero esta veintena podrán permanecer abiertos para atender a distintos colectivos que necesiten alojamiento como transportistas, pilotos, personal sanitario que tenga que desplazarse o refugiados, así como fuerzas de seguridad y armadas que sean movilizadas a las distintas zonas..

Por provincias, en Zaragoza permanecerán abiertos cinco en la capital y otros cinco por la provincia. En Huesca serán cuatro, la mayoría por la zona del Pirineo, para posibles desplazamientos transfronterizos y para “ayudar a lo que haga falta”, indica Costas. En Teruel, por su parte, habrá una decena de estos “hoteles de guardia”, como los define Esteban, repartidos también por toda la provincia.

Antes de que llegue el cierre, muchos establecimientos ya han ido echando la persiana temporalmente por la cancelación de reservas, y el resto intentan gestionar una salida para los clientes de larga estancia, aunque posiblemente sean algunos de estos los que puedan seguir abiertos. Dentro de lo malo, el cierre por decreto ayudará a gestionar los necesarios Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) para reflotar la situación una vez pase el confinamiento, indica Isabel Esteban desde Teruel.