Solo lleva dos años vigente la normativa estatal que permite a los funcionarios públicos solicitar la jubilación anticipada al cumplir los 63 años y eso ha provocado, en el caso del Ayuntamiento de Zaragoza, que más del 40% de las que se producen sean, precisamente, de este tipo. Antes de cumplir los 65 años. Así fue en el 2013, cuando se registraron 133 jubilaciones, de las que 60 fueron anticipadas, un 45%, y cinco por invalidez. Y la misma dinámica se sigue este año, ya que hasta el pasado mes de octubre, se habían producido un global de 87, de los que 37 eran empleados que aún no habían cumplido los 65, un 42%. Una tendencia que desde el consistorio zaragozano achacan a la inestabilidad que han generado las decisiones adoptadas por el Ejecutivo central. Pero que repercuten en sus servicios.