Un total de 7.222 hogares aragoneses están en situación de vulnerabilidad energética, al tener que destinar una parte excesiva de sus ingresos para pagar las facturas, y de ellos 1.301 sufren pobreza y han necesitado ayudas de urgencia durante el pasado año para abonar los suministros.

De estos 1.301 hogares aragoneses que sufren pobreza energética, 176 están en Huesca, 986 en Zaragoza y 139 en Teruel y mientras en las provincias oscense y turolense se encuentran principalmente en el entorno rural, en la zaragozana predominan en el ámbito urbano.

Asimismo, se prevé que el volumen de este tipo de ayudas de urgencia, tanto públicas como privadas, crezca un 90 por ciento en 2014, continúe en crecimiento en 2015 y se estanque entre 2016 y 2017.

Estos datos forman parte del estudio "Alcance de la pobreza energética en la Comunidad Autónoma de Aragón", que ha dado a conocer hoy en rueda de prensa el consejero aragonés de Industria e Innovación, Arturo Aliaga, quien ha afirmado que es necesario poner todos los medios para paliar un fenómeno que ha aparecido con la crisis y al que no se puede dejar de ser sensible.

Aliaga ha recordado las medidas adoptadas en Consejo de Gobierno para luchar contra esta situación, entre ellas una partida económica de 120.000 euros incluida en el presupuesto de 2015 para la realización de un proyecto piloto de erradicación de la pobreza energética.

En el estudio presentado hoy, elaborado durante los últimos ocho meses por el Gobierno de Aragón y el Centro de Investigación de Recursos y Consumos Energéticos (Circe), se pone de manifiesto que los bajos ingresos son la causa más relevante de esta precariedad, además del desempleo, ha señalado la directora general de Energía y Minas del Gobierno de Aragón, Marina Sevilla.

Otros factores, ha agregado Sevilla, son las características edificatorias, los sistemas de aislamiento, los equipamientos, los hábitos del hogar y el coste del suministro energético.

Los hogares aragoneses con vulnerabilidad energética (cuando se ven obligados a destinar una parte excesiva de sus ingresos a pagar la factura) tienen una media de 3,6 miembros y la mitad son de nacionalidad española y la otra mitad de procedencia extranjera, ha informado la investigadora Sabina Scarpellini, directora del Área de Socioeconomía del Circe, dependiente de la Universidad de Zaragoza.

Aunque están repartidos por todo el territorio aragonés, en su mayor parte están en el medio urbano, en las tres capitales de provincia; la mitad de estos hogares tiene todos sus miembros en desempleo, y el 80 por ciento de ellos ingresa menos de 9.000 euros al año, ha agregado.

Scarpellini ha explicado que en el ámbito rural la electricidad supone más del 10 por ciento de los ingresos del hogar, por ser viviendas de mayor superficie y por sus características, aunque pueden disponer de otras fuentes de energía alternativas, como la biomasa o las estufas de leña.

En el medio urbano, los gastos en la factura energética son menores y se encuentran entre el 5 y el 10 por ciento de los ingresos.

Según esta investigadora, la pobreza energética es un problema "poco relevante" en el conjunto de Aragón, y es una manifestación más de la pobreza en general, "sin menoscabo de que se trata de un problema muy grave para los hogares que lo sufren", ha dicho.

El estudio, que según Aliaga responde a un compromiso aprobado por unanimidad en las Cortes de Aragón a finales de 2013, apunta medidas para paliar o prevenir el problema en la Comunidad, entre ellas campañas de información, sistemas de prepago, modificaciones de la regulación estatal o evitar desconexiones eléctricas en épocas de frío, ha agregado Scarpellini.

En este sentido, ha citado los acuerdos de ayuntamientos, como el de Zaragoza, con la compañía Endesa en cuestión de pobreza energética.

La investigación, de carácter cuantitativo y cualitativo, y primera de este tipo en Aragón, se ha realizado con la colaboración de los servicios sociales de ayuntamientos y comarcas y de más de cincuenta expertos de cien entidades públicas y privadas entre las que se encuentran Cáritas o Cruz Roja.

En ella se ha contrastado "lo más posible" la realidad de la precariedad energética en Aragón y se ha diferenciado entre hogares vulnerables, con menor grado de precariedad, y los que son incapaces de satisfacer estos servicios y necesitan ayudas, ha explicado Sevilla.

Se han estudiado 1.592 hogares, de los que la mitad eran vulnerables energéticamente y habían sido previamente identificados por los servicios sociales, ya que habían recibido ayudas de urgencia.

Tras "barrer todo el territorio" y realizar encuestas "online", además de los análisis objetivos de las organizaciones no gubernamentales, el Circe ha concluido que a finales de 2013 un total de 7.222 hogares (el 1,62 por ciento de los de Aragón) estaba en situación de vulnerabilidad energética, de los que 1.301 (el 0,29 por ciento) necesitaron ayudas públicas o privadas.

Asimismo, el importe de las ayudas para este concepto otorgadas en 2013 en Aragón fue de 646.024 euros, de ellos 217.909 se aportaron por instituciones públicas, que solucionaron la "práctica totalidad" de las desconexiones por impago.

En 2014, según prevé el estudio, se necesitarán ayudas por valor de 1.219.285 euros, mientras que en 2017 podrían llegar a los 1,6 millones.