El presidente de la Generalitat, Artur Mas, pidió el viernes a los catalanes que no se peleen a raíz del Plan Hidrológico del Ebro del Gobierno porque el problema, a su entender, no está dentro de Cataluña sino fuera, comunidades con reservas "excesivas" y que se quedan "un montón de agua que no necesitan". La mención de Mas alude directamente a la reserva hídrica de Aragón, contemplada en el Estatuto de la comunidad autónoma y que recoge el recién aprobado Plan Hidrológico del Ebro.

"No es necesario que nos peleemos en Cataluña por eso, porque el problema el agua no lo tenemos dentro, el problema es que fuera de Cataluña, en el resto de la cuenca del Ebro, se han quedado un montón de agua que no necesitan", indicó Mas en una entrevista a la emisora de radio catalana Rac1.

El presidente catalán lamentó que el Plan Hidrológico del Ebro no dependa de la Generalitat: "Es una de las cosas en las que no podemos decidir", subrayó, obviando que la cuenca afecta a nueve comunidades autónomas y el 50% de ella pasa por la comunidad autónoma de Aragón. Además, dudó de la potencialidad agrícola e industrial de Aragón, al considerar que esa reserva es desmesurada para la capacidad productiva de la comunidad.

De hecho, Mas subrayó que en Cataluña habría suficiente agua para todos siempre que fuera, en otra partes de la cuenca del Ebro, "no hubieran reservas de agua que llega a un momento que son excesivas para las capacidades productivas de estos territorios". La reserva hídrica que contempla la legislación para la comunidad autónoma es de 6.550 hectómetros cúbicos cuando la capacidad máxima de la cuenca es de poco más de 7.500 hectómetros. En estos momentos, no hay capacidad de almacenaje suficiente como para albergar esta elevada cantidad, que además es acorde con el caudal mínimo fijado en el plan para el delta del Ebro y que ha levantado la polémica en Cataluña al considerarse insuficiente para garantizar su sostenibilidad.