Silos Aragoneses de Canfranc retomó su actividad hace dos semanas. Llevaba desde abril con las instalaciones ubicadas junto a la frontera con Francia cerradas debido al cierre del paso. En este tiempo la empresa, que tiene su sede central en Alfajarín, se ha visto obligada a hacer un ERE y dos de los cinco trabajadores que había en Canfranc todavía no se han reincorporado.

Son las consecuencias sobre el terreno del cierre del paso fronterizo. "Se produce un grave perjuicio en los gastos fijos que tenemos y esto se traduce en una pérdida de beneficios", especifica el gerente de la sociedad, Luis Encabo. En el informe presentado ayer por el Gobierno se explica que esta empresa valora sus perjucios desde abril hasta junio de este año en 250.000 euros, y algo más de 87.000 euros para julio.

Ahora han vuelto a funcionar, pero solo a medio gas, y debido a la insistencia de sus clientes en el otro lado de la frontera. Envían tres trenes por semana cargados de maíz, que tiene que ir por el Portalet. Antes, cuando el túnel de Somport estaba activo era uno al día. Cada convoy transporta 800 toneladas de grano. Los 14 vagones equivalen a lo que podrían transportar 28 camiones.

Perder la confianza

"Nuestros clientes han pedido suministro y hemos intentado llevarlo a cabo por todos los medios. Queremos evitar una pérdida de confianza en nuestra empresa", lamenta el gerente. Sin querer entrar en mayores polémicas, insiste en que en la actualidad no hay obras de ingeniería "complicadas". Todos conocemos las actuaciones que hacen en países de todo el mundo. Y el desprendimiento que se ha producido no parece tan grave como para que se esté acumulando este retraso", dice.

"Al menos hemos podido recuperar la actividad después de varios meses de parón. Esperamos que poco a poco se vuelva a la normalidad, pero dependerá de la voluntad que exista para reparar el problema. Al final, uno se acostumbra a todo, claro, pero en los tiempos que corren y con las dificultades que existen a todos los niveles, no es cuestión de que se pongan más obstáculos", valora el empresario zaragozano.

Muestra su confianza es que los responsables de esta situación logren desatascar "un problema que lleva ya demasiado siempre enquistado", lamenta el gerente.