Más de mil pisos del futuro barrio de la estación de Delicias servirán de alojamiento hotelero durante la celebración de la Expo 2008. Así lo prevé aprobar la sociedad pública Zaragoza Alta Velocidad, que está decidida a colaborar con la muestra internacional para cubrir la previsible demanda de hasta 4.000 camas extra. La capital aumentaría así puntualmente en un 66% su actual oferta.

Los constructores que opten a desarrollar las viviendas tendrán que comprometerse a destinarlas, ya amuebladas, a uso hotelero durante los tres meses de la celebración antes de ponerlas en el mercado inmobiliario. Un operador turístico se encargará de gestionarlas y los promotores recibirán una compensación económica aún por concretar.

Las estimaciones apuntan que los cerca de 1.300 pisos que se levanten en la zona urbana junto a la A-68 y la estación de Delicias se deberán reservar para la Expo. No obstante, el proyecto de la candidatura señala que de los estudios realizados se deduce que no habrá "un problema de alojamientos". La capital aragonesa tiene una oferta hotelera de 3.500 habitaciones --más de 6.000 camas-- y a una distancia de una hora en coche puede llegar a ofrecer 6.000 habitaciones para alojar a visitantes.

Estos pisos-hotel se sumarán al hotel y a la villa-expo ya planificados para acoger al personal de los pabellones y de países participantes, que se levantarán en la trasera del barrio de La Almozara. La Oficina Internacional de Exposiciones (BIE) obliga a reservar unas 2.500 camas, por lo que la villa-expo contará con unos 800 apartamentos.

La sociedad pública Zaragoza Expo 2008 también pretende crear una central de reservas para gestionar todas las plazas disponibles en la ciudad, tanto hoteleras como extrahoteleras: "Esta central garantizará a los participantes unos precios, previamente anunciados, y una calidad de alojamiento".

Los responsables de la candidatura también quieren involucrar a los vecinos de la capital y de su entorno metropolitano en un programa de alojamientos particulares. "Se realizará una inspección de las viviendas para determinar su cualificación y decidir cuáles de ellas estarán en condiciones y cuáles requerirán remodelación", apunta el proyecto.