Irse de vacaciones, cerrar la casa, disfrutar durante dos semanas y al volver, sorpresa. Las últimas estadísticas del Ministerio del Interior revelan que el año pasado se produjo un significativo incremento de los robos en domicilios. De hecho, de enero a septiembre subieron cerca de un 20% respecto al mismo periodo del 2017. En concreto, en Zaragoza se registraron en ese periodo 648 denuncias por robos en domicilios, a los que habría que sumar las que se interpusieron en las distintas comisarias de la ciudad por robos con fuerza en establecimientos y otras instalaciones, que también repuntaron un 7%: de 814 a 868.

Todas estas cifras han hecho que los ciudadanos cada vez tomen más precauciones para sentirse seguros en sus hogares y cuando se van de vacaciones. Así lo constata la empresa zaragozana de cerrajería Hermanos Justo, que lleva funcionando desde 1980. Con tan solo 26 años y en paro, Jaime Justo decidió emprender su propio negocio cuando se dio cuenta de que en los portales de la comunidad en la que vivía apenas había seguridad. Tal y como recuerda su hija Sofía, actual administradora de la empresa, su padre empezó colaborando con los bomberos y la policía haciendo «chapuzas». «Se tuvo que formar él mismo poco a poco a base de practicar», destaca. Jaime Justo, actual gerente de la empresa, siguió ofreciéndose a la gente para añadir más seguridad en sus casas y cuando vio que tenía una gran acogida, decidió asentar el negocio.

En verano, los robos aumentan considerablemente debido a que las casas se quedan vacías por periodos vacacionales, es por esto, por lo que «se duplica la seguridad, tanto en estos meses de verano como los días previos a Navidad» aseguró Sofía.

Actualmente, la empresa cuenta con 10 personas en plantilla en la calle y la mitad de ella está volcada tan solo en la mejora de la seguridad en las casas para aquellas personas que van a dejar su hogar vacío durante un largo periodo y quiere «de un día para otro» que se les refuerce la seguridad de su casa. Se trata de «clientes exigentes», analizó Sofía.

Por otra parte, la compañía se volcó hace años con un tema tan delicado como es la violencia machista. La firma colabora con el Instituto de la Mujer, desempeñando una labor que está relacionada con la seguridad de las mujeres víctimas de violencia de género, dándoles así un pequeño punto de tranquilidad en sus hogares. «Las chicas de la Casa de la Mujer se ponen en contacto con nosotros y a partir de ahí actuamos rápido para cambiar la cerradura porque el maltratador siempre suele tener un juego», explicó Sofía. En este aspecto, toda ayuda recibida es poca. No hay que olvidar que en lo que va de año en España, ya ha habido 35 víctimas de violencia machista, una de ellas en Aragón. Los datos del Gobierno de Aragón, señalan que hasta mayo ya son 1.700 los casos activos de violencia de género.

NUEVOS AVANCES

Los cerrajeros siempre intentan estar por delante de los ladrones porque a pesar de que llegan nuevas medidas de seguridad, terminan por quedarse obsoletas, por lo que es muy importante «cambiar la seguridad constantemente», recomienda. La tecnología ha sido un gran aliado de este servicio pero a pesar de ello, la empresa aseguró que las personas mayores «siguen siendo muy reacias».

Uno de los problemas del sector es la falta de estudios. «No hay un grado medio que enseñe este oficio» por eso han tenido que dar sus propios cursos. «Los cogemos desde cero y los formamos» explicó Sofía.