Con la propagación del coronavirus llegó el problema de la saturación en los hospitales y la falta de materiales de prevención como mascarillas, guantes o respiradores. Esta grave situación destapó el grado de compromiso y solidaridad de muchos actores para dar respuesta a la falta de material sanitario. Entre ellos, numerosas empresas paralizaron o disminuyeron considerablemente su actividad, pero su equipo humano, potencial tecnológico o capacidad industrial permanecieron intactos y han sido determinantes para solventar las importantes carencias de equipos de protección que la enfermedad puso en evidencia.

Ante esta situación, empresas como Arpa o Mann Hummel decidieron unir su capacidad de producción y experiencia para abrir nuevas líneas de producción de material sanitario que permitiera abastecer a los hospitales. A ellos se han sumado el voluntariado de Atades, Matachana y Nadie sin proteger (Asociación Estelar). Arpa adaptó sus equipos de diseño, corte y confección a la fabricación de mascarillas de tela con las que proteger a los profesionales que trabajan en hospitales, centros de salud y residencias de mayores. Por su parte, la empresa líder en filtración Mann Hummel Ibérica, con sede en Zaragoza, ha sido la encargada de proveer el medio filtrante.

EL PERIÓDICO DE ARAGÓN entregará gratuitamente el próximo 9 de mayo una de estas mascarillas fabricadas a mano con cada ejemplar. De las instalaciones que la compañía aragonesa tiene en La Muela han salido hasta la fecha más de 37.500 unidades y esperan alcanzar las 50.000. Los tejidos utilizados son de algodón 100% y de altos gramajes, lo que permite su lavado y desinfección con sistemas domésticos y posterior reutilización. El material procede de los excedentes de fabricación que disponía Arpa en sus almacenes y de la donación realizada por hospitales, instituciones y particulares.

«Esta mascarilla ha sido realizada con algodón cien por cien y puede reutilizarse tras su uso, después de un correcto lavado con agua caliente y jabón», señala Fernando Peitivi, coordinador de este proyecto solidario de Arpa. «A mayor temperatura mayor desinfección, pero se debe tener presente que la goma podría deteriorarse tras varios procesos intensos de lavado. Si esto sucediera se podrá, mediante una pequeña manipulación, descoser y volver a coser una nueva goma elástica, lo que le proporcionara más durabilidad a la mascarilla», añade.

A cada mascarilla se le pude colocar el filtro que le acompaña y que se aproxima a una protección del tipo FFP1. «Este filtro es de un solo uso, perdiendo su efectividad tras el posible contacto con personas afectadas por el virus o por una intensiva utilización», comenta. No obstante, el filtro se puede limpiar con agua y jabón sin sumergirlo, mientras que otras técnicas como el uso de microondas o UV no están recomendadas. Debido a que este material de protección ha sido fabricado durante una situación de emergencia, «ni mascarilla ni filtro han podido ser testados en laboratorio, pero se han realizado siguiendo las recomendaciones del Servicio Aragonés de Salud», afirma Peitivi.

Desde la dirección de Mann Hummel inciden también en que se puede extraer el material filtrante de las mascarillas. «Se puede lavar y puede ser reutilizada simplemente cambiando el filtro interior». Como material destinado inicialmente a hospitales, el objetivo era que el personal sanitario dispusiera de «un kit de mascarillas, con dos o tres repuestos de filtro, para que, tras su turno de trabajo, esta pudiera ser lavada y así empezar el día siguiente con una mascarilla totalmente nueva», apuntan.

Estas mascarillas de algodón, que se han fabricado y entregado durante las últimas semanas en hospitales, centros de salud, residencias, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, Banco de Alimentos, instituciones y asociaciones, llegarán el próximo sábado a los ciudadanos de la mano de EL PERIÓDICO DE ARAGÓN.