El matrimonio compuesto por Enrique V. T. y Ana Carmen A. F., fue juzgado ayer en la Audiencia de Zaragoza por la presunta comisión de los delitos de estafa y falsedad en documento mercantil. Según la acusación, el marido infló las cantidades de producto que llegaban a las instalaciones de la cooperativa de los campos de la mujer, ya fuera cereal, forraje o maíz, con lo que consiguieron, supuestamente, cobrar indebidamente grandes cantidades de dinero en perjuicio de la cooperativa y sus socios.

Sin embargo, Enrique V. T., que en cierta época fue el encargado de la báscula de pesaje, manifestó que las discrepancias entre los kilos declarados (que constaban en tiques) y los realmente transportados al silo se debían a los problemas que tenía el sistema informático, que «se quedaba colgado» y sufría «constantes blocajes». Dijo además que los tiques agrupaban distintos remolques. Según la fiscala, el acusado llegaba a atribuir a su mujer el contenido de varios remolques y que los tiques no guardaban relación con el número de hectáreas que esta poseía.

Su esposa manifestó que desconocía que en sus cuentas corrientes estuvieran ingresando sumas de dinero que, presuntamente, no se correspondían con el valor de sus productos.

La cantidad supuestamente detraída por esta vía sería del orden del medio millón de euros, según las acusaciones.