No hace ni medio año que se anunció a bombo y platillo la instalación de la mayor caldera de biomasa para uso residencial en Zaragoza, que su combustión ya ha originado los primeros problemas. El Ayuntamiento de Zaragoza ha detectado que el humo que genera "supera el índice de opacidad", es decir, que está emitiendo partículas que no deberían y que contaminan.

Las calderas dan servicio a 174 viviendas de los cinco edificios ubicados entre Hernán Cortes, Madre Sacramento y Elvira Hidalgo.

El consistorio ha realizado varias mediciones en diferentes días y horario y afirma que el humo supera el índice permitido en determinadas franjas horarias. Según informaron desde Medio Ambiente, se va a remitir un informe al departamento de Energía e Industria del Gobierno de Aragón, administración competente en regular cómo tienen que ser las calderas. Asimismo, y de forma subsidiaria, trasladará a Urbanismo un documento para que compruebe si la altura de la chimenea cumple con la normativa vigente. El consistorio solo es responsable de la medición y el control de la contaminación, según explico el responsable del área, Jerónimo Blasco, en la comisión de Cultura, Educación y Medio Ambiente tras una pregunta de CHA que, además, criticó que la ordenanza municipal de 1986 está "desfasada".

El administrador de la comunidad, Santiago Gimeno, explicó que las astillas utilizadas "estaban muy húmedas y no prendían bien generando más humo del que deberían". Fuentes municipales aseguraron que un 33% de la madera era de pino, no recomendada para esta función por la cantidad de resina que contiene. Según indicó Gimeno, ya se ha cambiado de empresa para que se haga cargo de su correcta gestión.