El 64% de los proyectiles hallados en Aragón en el 2016 se encontraban en la provincia de Teruel, especialmente castigada por la guerra civil. Su neutralización fue llevada a cabo por los Tedax-NRBQ de la Policía Nacional, especialistas en intervención de artefactos explosivos y en emergencias de tipo nuclear, radiológico, biológico y químico. En total, desactivaron durante ese periodo 42 artefactos en toda la comunidad, 27 en Teruel, 9 en Zaragoza y 6 en Huesca.
Fuentes policiales señalaron que gran parte de estos trabajos se debieron a la colaboración ciudadana y estuvieron relacionados con material explosivo procedente del periodo 1936-1939.
Uno de los efectos más importantes que fueron desactivados fue una bomba de aviación modelo MK-82 lastrada con un peso de 228 kilos y 1.150 milímetros de longitud, que era utilizada en España por la aviación norteamericana y la española.
En una chatarrería, la Policía halló ocho cuerpos de proyectiles de 105 milímetros, diez cuerpos de 155 milímetros, 32 colas de mortero de 80 milímetros, otras 18 de 120 milímetros y 125 granadas de fusil de instrucción de 40 milímetros Santa Bárbara. En una vivienda particular requisaron una granada de mortero y varios proyectiles, si bien carecían de carga explosiva.
Unas actuaciones que se produjeron el año en el que, precisamente, esta unidad especializada cumplió 40 años de su puesta en marcha en la comunidad autónoma aragonesa.
NO MANIPULAR
Desde el Cuerpo Nacional de Policía se reitera, una vez más, que estos artefactos explosivos no deben manipularse en ningún caso, y que se debe notificar su hallazgo de forma inmediata a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que procederán a desactivarlos.
Los responsables policiales también piden a la ciudadanía que no guarde este tipo de armas como recuerdo, debido a que, conforme pasa el tiempo, los materiales se hacen más inestables y aumenta la posibilidad de que se produzca una explosión espontánea, sin necesidad siquiera de que sean objeto de manipulación. De ahí la necesidad de extremar las precauciones.
