Los municipios aragoneses, forzados por la crisis sanitaria, se disponen a rebajar la presión recaudatoria sobre los contribuyentes en el ámbito que cae bajo su jurisdicción: el de los tributos locales. No existe una postura unificada y cada localidad aplicará medidas distintas, desde el aplazamiento del pago hasta su condonación, pasando por el fraccionamiento en distintas cuotas, si bien en algunos casos se combinan estas recetas en distintas dosis.

Uno de los municipios que no se ha adelantado al problema ha sido el de Sos del Rey Católico, donde el parón del turismo ha supuesto un duro golpe para su economía de servicios. Su ayuntamiento ha aplazado al 30 de septiembre el cobro del impuesto de circulación de los vehículos de motor.

Igualmente, se condona el recibo del agua correspondiente al primer trimestre a los mayores de 65 años titulares de un punto de suministro domiciliario, así como el de los establecimientos hosteleros.

«Estas medidas se refieren exclusivamente a la correspondiente al primer trimestre del año, sin perjuicio de las que posteriormente pudieran prorrogarse en función de la evolución de la situación», indica la alcaldesa sosiense, María José Navarro.

El consistorio ha decidido además condonar los recibos correspondientes a las tasas por uso de instalaciones deportivas, los de la escuela de música y la coral, hasta fin de las medidas acordadas por el Gobierno de España.

José Manuel Aranda, alcalde de Calatayud, considera que la modificación de las tasas municipales no es una cuestión preferente «en un momento en el que todos los esfuerzos se deben centrar en frenar la propagación del coronavirus».

Su enfoque pasa por solicitar al Gobierno central, como ya se ha hecho, el «retraso» en el pago de las cuotas de la Seguridad Social y del IVA, así como el cobro del IRPF, todos ellos impuestos estatales.

Una cuestión de prioridades

En lo que concierne a lo local, Aranda ha propuesto fraccionar y posponer los tributos «a la espera de la evolución de las administraciones locales», pues, argumenta, el consistorio debe hacer frente a sus propias responsabilidades económicas, como el sueldo de su plantilla o lo que cuestan las concesiones municipales.

«De todas formas, hasta junio no toca girar ningún impuesto municipal», señala el político popular. No obstante, se descontará de los recibos por servicios municipales, como la escuela de música, el importe correspondiente al tiempo durante el que no se han podido utilizar.

En Calamocha, Manolo Rando, del PSOE, se muestra dispuesto a seguir el criterio que fijen los servicios jurídicos del ayuntamiento y de la Diputación Provincial de Teruel. «Nosotros podemos aplazar el pago, pero los técnicos irán valorando caso por caso».

El socialista Juan Manuel Ramón, alcalde de Jaca, subraya que en este momento no hay nada pendiente de cobro y que todas las liquidaciones de recibos por servicios municipales se han paralizado.

«No se va a girar ningún recibo, pero las tasas municipales no son ahora nuestra prioridad», afirma Ramón, que cree que el foco debe estar puesto en garantizar la seguridad sanitaria de los residentes de Jaca.