Abanico en mano -de arcoíris, claro- y con los termómetros marcando 38 grados, cientos de personas salieron ayer a las calles de Zaragoza para visibilizar a las personas LGTBI+ y reivindicar la más sencillas de las cosas: igualdad.

A ritmo de las dos batucadas, que como siempre amenizaron la jornada reivindicativa y festiva y a las que rociaban con auga para soportar el calor, las calles del centro de la capital aragonesa se tiñeron de banderas del orgullo y trans y recorrieron el paseo Independencia, el Coso y la calle Alfonso para llegar a la plaza del Pilar compartiendo mensajes como Me caí en la marmita y por eso soy mariquita, Vive y deja Vivir. Folla y no jodas o Menos Voxers y más boxers.

Ya en la plaza, tras una corta caminata que se hizo un tanto larga con el sopor del calor, se leyó un manifiesto en el que se lanzaron muchos mensajes contra los partidos de ultraderecha. «Enteraos Trumps y Asbascales del mundo y quienes pactan con ellos: no pedimos vuestro permiso, así que no nos prohibiréis nada», se escuchó en la plaza.

Cinco décadas después de que en Stonewall dijeran basta e iniciaran esta lucha colectiva, un año más se celebró el Día del Orgullo para avisar de que no se va a renunciar a los adquiridos durante estos 50 años y advertir de que seguirán peleando por sus derechos, como por ejemplo, en el trabajo. «¿Dónde están los trans en el mundo laboral», gritaban. Una vez más las pancartas protagonizaron la atención de muchos. Una de ellas resumía la jornada: Vuestro odio no cabe en nuestras calles, decía. Un mensaje extrapolable a muchas otras reivindicaciones.