Una llamada al teléfono 016 contra la violencia machista activó, en septiembre del año pasado, a una patrulla de la Policía Nacional para proteger a Lidia Yesica J. S. de las constantes agresiones que sufría por parte de su entonces pareja, Miguel Ángel G. R. Lo que en un primer momento parecía un caso de maltrato se convirtió en un tema de drogas. Y es que la mujer arrojó por la ventana una bolsa que resultó ser nada menos que casi 7.000 euros de cocaína. Esto llevó a ambos a sentarse, ayer, en el banquillo de la Audiencia Provincial de Zaragoza por un delito de tráfico de drogas. La Fiscalía pidió 4 años de prisión para cada uno de ellos.

La mujer reconoció que tiró la bolsa pero «por miedo y nerviosismo» tanto a su pareja como «a las mafias». «Vino la Policía con mi amiga y solo uní tres ideas: policía, droga, cárcel; sin pensar nada más», apuntó entre sollozos.

Lidia Yesica J. S. negó que fuera suya y, por tanto, que ella se dedicara a la venta de sustancias estupefacientes. Señaló a Miguel Ángel G. R. como el dueño de la misma, si bien no dejó muy claro si era para autoconsumo o para venderla. Sí aseguró que él se drogaba y que era en ese momento cuando se volvía agresivo. No había querido denunciarle antes por los hijos que tenían en común.

Cuando Miguel Ángel G. R. tomó la palabra, exoneró a su expareja. Afirmó que la cocaína era suya, si bien negó que vendiera la droga. «Me la daban para que se la guardara, a cambio de 500 euros y de dosis para consumir», resaltó. Afirmación que sorpendió al fiscal José Luis Hedo, quien le preguntó por las balanzas que encontró la Policía. El acusado matizó que hacía las papelinas, pero que no las distribuía. Unas versiones que no ratificó la Policía, quien apuntó a ambos como traficantes. A pesar de ello, la abogada de la mujer, Lorena Domínguez, defendió la absolución. El defensor del acusado, José Luis Melguizo, presentó como pena alternativa 3 años de cárcel, teniendo en cuenta su drogadicción como atenuante.