El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) envió ayer al hospital Clínico de Zaragoza un inspector para supervisar la instalación radiactiva de radiofarmacia, que «gestionó incorrectamente» una caja que contenía una dosis de un radiofármaco que aún está extraviado.

El CSN ha clasificado el suceso como de nivel 1 --el más bajo-- en la escala Internacional de Sucesos Nucleares y Radiológicos (INES), ya que «se ha producido gestión inadecuada y el extravío de un bulto radiactivo».

Fue el titular de la instalación radiactiva de radiofarmacia IBA Molecular --empresa externa al hospital pero ubicada en el centro-- el que comunicó la pérdida de un radiofármaco usado para tratamiento paliativo del dolor de metástasis óseas.

El Ra-223 es principalmente un emisor alfa, cuyo período de semidesintegración es de 11,43 días, según el CSN, que detalla que «se descarta el riesgo de irradiación externa».

El paquete se recibió en la instalación radiactiva el pasado 12 de enero y la caja que lo contenía se depositó en la puerta de la instalación para su gestión por el servicio de limpieza del hospital sin que se llegara a desembalar el vial de su contenedor de plomo.

Fuentes del Salud calificaron el incidente como «anomalía» y descartaron a este diario cualquier riesgo para los humanos y medioambiental y aseguraron que se ha trasladado a la empresa las indicaciones pertinentes para evitar que vuelva a suceder un hecho así. «El fármaco, si se soltara en el aire, dispone de apenas unos pocos centímetros de radiación y lo único que podría suceder si alguien se lo administrara es que sufriera los efectos propios del medicamento. Nada más», explicaron otras fuentes.