Tras más de un trimestre de curso, la cafetería de la Facultad de Medicina abrió al fin sus puertas el pasado día 20 de enero. El servicio, que fue adjudicado a la empresa Na&Cris restauración, se asignó el día 12 después de que la anterior empresa adjudicataria renunciara a poner en marcha el servicio pocos días antes del inicio del curso.

La razón del abandono fue las posibles consecuencias judiciales que podría tener no subrogar a los trabajadores de la anterior contrata, algo que, según el sindicato OSTA, es obligatorio en el sector aunque no figure así en los pliegos de la institución académica. Varios trabajadores que acudieron a los tribunales ganaron el caso y, ante eso, la anterior adjudicataria prefirió no seguir adelante.

Precisamente, este mismo sindicato se ha dirigido a la Universidad de Zaragoza para trasladarle su «extrañeza» por el hecho de que el administrador de esta empresa, «creada en noviembre del 2016», es el mismo que fue administrador solidario de la compañía que gestionaba las cafeterías de Matemáticas, Interfacultades y Estudios Sociales «que fue condenada por los despidos efectuados en las mismas, muchos de los cuales, según el sindicato, no habrían cobrado indemnización todavía. «Vamos a investigar esta adjudicación. No dudamos de su validez, pero sí de su ética», apuntaron desde fuentes del sindicato OSTA.