Los médicos de familia aragoneses aseguran haber detectado, en las últimas semanas, un repunte de consultas relacionadas con la picadura de la mosca negra. El incremento no es "espectacular", pero sí notorio, según advierten los propios profesionales, que subrayan que el aumento de casos afecta principalmente a jóvenes. "Desde que empezó el verano se está viendo un paulatino aumento de picaduras que se ha acelerado más en las últimas semanas alcanzando, principalmente, a personas que han estado en zonas húmedas o en la ribera", apuntó el médico de cabecera de un centro de salud zaragozano.

En todo caso, el incremento quedaría lejos de lo acaecido en el 2012, cuando la picadura de la mosca negra registró el punto más álgido de incidencia. Ahora, sin embargo, desde el Gobierno de Aragón ya se ha procedido a repartir folletos informativos que incluyen las principales normas preventivas. "Es normal que se den más casos, favorecidos por los últimos cambios de temperaturas y el calor de los últimos días, que hace que salgan las larvas", explicó otro médico de familia zaragozano.

La irrupción de este insecto se ha retrasado respecto a años anteriores debido, precisamente, a que durante los primeros días de julio no ha habido excesivo calor en la capital aragonesa. "Estos últimos días ha hecho un calor impresionante y eso ha favorecido la aparición de la mosca y sus picaduras", indican los sanitarios.

PREVENCIÓN Ante este aumento de la incidencia, los profesiones abogan por la prevención y aconsejan no pasear por las orillas de los ríos ni a primera hora de la mañana ni a última de la tarde. Asimismo, recomiendan el uso de repelentes para ahuyentar la presencia de la mosca.

En el Ayuntamiento de Zaragoza, por su parte, no se han encendido las alarmas ante la falta de notificación de un considerable número de casos. Así, la labor del consistorio se ha limitado, por ahora, a tareas de tratamiento y muestreo, pero sin fumigar los cauces de los ríos y las zonas donde suelen encontrarse estos insectos, cuyas picaduras pueden persistir durante semanas y causar inflamaciones y erupciones.

La picadura de la mosca negra provoca en mayores y niños las mayores descompensaciones y cuadros inflamatorios. Los médicos recomiendan aplicar hielo para mitigar el dolor y el picor y, si la inflamación es muy elevada, acudir al médico, que, generalmente, receta el uso de una crema con corticoides.

El retraso en la aparición del insecto también estaba previsto por la Universidad de Zaragoza. Su profesor de Patología Animal, Javier Lucientes, ya explicó, a principios de junio que "por el invierno tan benigno del que veníamos podía resultar un verano bastante complicado, pero entre la sequía, el viento y las temperaturas bajas seguramente se retrasará el nacimiento e incluso muchas mueran de frío o las seque el aire".

Esa tregua llegó tras los problemas detectados en febrero, marzo y abril en el entorno de los ríos Cinca y Gállego, en La Cartuja, Monegros y Zaragoza capital. Y pese a que la falta de fondos ha impedido este año un control exhaustivo de las aguas, desde el ayuntamiento insisten en que todo apunta a que este año no habrá un brote tan grande como el de años anteriores. Las riadas han arrastrado muchas algas donde las moscas suelen depositar sus huevos.