Médicos Sin Fronteras (MSF) denunció ayer que la presencia y ayuda internacional en la República Centro Africana (RCA) es "manifiestamente insuficiente". De los 500 millones de dólares calculados como necesarios, solo se ha recaudado el 30%.

Los civiles son los grandes perjudicados. Los continuos ataques y amenazas entre las milicias anti-Balaka, formadas por cristianos animistas y los grupos armados Séléka, de mayoría musulmana, obligan a los ciudadanos a huir al bosque a esconderse, por lo que miles de ellos pasan días sin alimentos y en unas condiciones sanitarias deplorables.

La aragonesa María Simón, miembro de MSF, ha coordinado durante siete meses cuatro centros sanitarios en RCA, entre ellos un hospital con 90 camas, donde trabajaban siete personas del Ministerio de Salud de RCA antes de la llegada de MSF con 150 personas. En estos centros se administra atención sanitaria a adultos y niños, sobre todo ayuda psicológica y para paliar la malaria endémica.