Cinco años después de la aparición del caracol manzana en el delta del Ebro, y tras años de lucha contra su avance, esta especie exótica invasora parece estar lejos de ser erradicada. En Aragón, y pese a la proximidad con zonas afectadas aún no se ha detectado, aunque existen situaciones de riesgo potencial que pueden favorecer la introducción según los técnicos.

El importante movimiento de maquinaria para la recolección del cultivo del arroz, que se trasladan desde zonas ya afectadas hasta las zonas productoras aragonesas, así como el movimiento de embarcaciones de recreo, son considerados como los principales factores de riesgo para la introducción de esta plaga en la comunidad, lo que ha movido al departamento a extremar las medidas de protección.

PLAN DE CONTINGENCIA

Ya en el 2013 se elaboró un Plan de Contingencia para evitar la introducción del caracol manzana en la comunidad Autónoma de Aragón. En él se establecen entre otras, medidas de prospección y vigilancia en parcelas de cultivo de arroz, en los márgenes del Ebro, en la red de canales de riego así como el control de centros de acuariofilia, con la finalidad que no se introduzcan ni comercialicen ejemplares de esta especie invasora.

Por otro lado, en aplicación del plan de contingencia, los titulares de maquinaria agrícola de recolección que proviene de zonas afectadas tienen la obligación de comunicar la zona en la que van a comenzar su actividad en Aragón, acompañando un certificado de limpieza emitido en el lugar de origen por la Administración competente.

Además, en las zonas con mayor riesgo de introducción, es fundamental contar con la necesaria colaboración de los agricultores, técnicos y las comunidades de regantes a la hora de comunicar de forma inmediata cualquier sospecha de la presencia del organismo en los campos de arroz o instalaciones de riego.

En agosto del 2009 se detectó por primera vez en España el caracol manzana en el medio natural. Se localizó inicialmente en la margen izquierda del delta del río Ebro en Cataluña para, posteriormente, extenderse con rapidez por los campos de arroz de esta zona. Esta detección hizo necesario tomar medidas para impedir su propagación hacia otras zonas, así como evitar la introducción de cualquiera de las especies que se conocen, Pomacea insularum y Pomacea canaliculata, procedentes de países terceros.