El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente recalcó ayer que el caudal que recoge el Plan Hidrológico del Ebro aprobado el viernes supone elevar un 10% el caudal reservado al Delta del Ebro con respecto al vigente.

En un comunicado tras expresar el Gobierno catalán su rechazo frontal al plan, el ministerio incidió en que el caudal fijado está basado "siempre" en "rigurosos estudios" en los que se han tenido en cuenta "los caudales históricos utilizados". "Este caudal está alejado de cualquier tipo de planificación voluntarista del Gobierno", indicaron desde el gabinete de Arias Cañete en respuesta a la petición catalana de que la cantidad llegue hasta los 7.000 hectómetros cúbicos. En esta misma línea, Medio Ambiente rechazó que este sea "un tema político" y reiteró que los caudales ecológicos fijados en este plan se han definido con criterios científico-técnicos, tras analizar más de un centenar de estudios realizados sobre caudales ecológicos en el tramo, y que estos caudales mínimos son coherentes con la realidad física del río Ebro. Entre ellos, ha dicho, unos asumidos por la Agencia Catalana del Agua y acordados por el Parlamento de Cataluña. El ministerio hizo hincapié igualmente en que, al tratarse de una cuenca suprautonómica, el Estado debe velar por su buen estado ecológico.